Fabricantes | El reto de regular la publicidad de alimentos para niños

Según una encuesta de la OCU, el 78% de los padres apoya prohibir los anuncios de alimentos no saludables para niños.

Una niña mira la televisión con su madre
Una niña mira la televisión con su madre

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha realizado una encuesta a 634 personas entre 20 y 70 años sobre la influencia de la publicidad en los menores. De la misma encuesta se desprende que el 59% de los padres reconoce que sus hijos influyen en las decisiones de compra de los hogares. El 78% de los encuestados considera, además, que debería prohibirse la publicidad de productos de alimentación no saludables dirigida a los niños. Solo un 10% cree que la situación debe seguir igual que hasta ahora.

La OCU señala que, al contrario que los adultos, los niños, sobre todo los más pequeños, no tienen la capacidad de distinguir la publicidad, por lo que se muestran más receptivos y vulnerables cuando la reciben. Esta publicidad se centra en la mayoría de los casos en alimentos poco saludables (snacks, dulces, bebidas azucaradas, postres lácteos con azúcar añadido, apunta la OCU), que influye en lo que los niños piden y en cómo se alimentan.

La encuesta de la OCU también revela que son los regalos incluidos en los productos los que mayor influencia tienen en los menores. El 62% de los padres reconoce que estos regalos tienen mucha influencia en las preferencias de sus hijos. El 34% reconoce que tienen alguna influencia y solo el 4% manifiesta que no tienen ninguna influencia.

Los anuncios en TV son la segunda forma de publicidad con mayor influencia en los niños. Un 56% de los padres reconoce que los anuncios condicionan mucho las decisiones de sus hijos. La utilización de mascotas para promoción de alimentos y los contenidos específicos en Internet son otras formas de publicidad, pero influyen algo menos en los gustos de los niños, un 33% y un 17% respectivamente.

Además, los datos de la encuesta ponen en evidencia la influencia de la publicidad en las preferencias de los niños. El 12% de los padres reconoce que sus hijos influyen mucho en las decisiones de compra de alimentos para el hogar y un 47% reconoce que influyen algo. Un 38% reconoce que influyen poco y solo el 3% señala que no influyen nada.

Norma específica

La OCU ha vuelto a lamentar que en España no haya una regulación específica de la publicidad de alimentos dirigida a los niños. Solo existen los códigos de autorregulación adoptados por la propia industria. De entre ellos destaca el código PAOS, promovido por la Administración y firmado por las principales asociaciones del sector.

Sin embargo, en opinión de la OCU este código tiene importantes lagunas, puesto que a pesar de que se prohíbe la utilización de personajes famosos (reales o de ficción) en la promoción de productos, nada se dice de las mascotas asociadas a las marcas y tampoco se menciona la calidad nutricional de los productos que se publicitan, ni la frecuencia de la emisión de anuncios en contra de las recomendaciones de la OMS en este sentido.

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