Madrid ha dejado de ser un lugar del que huir durante las vacaciones. La capital no sólo ha logrado retener a muchos madrileños, sino que atrae cada vez más visitantes de España y allende nuestras fronteras.

El aumento de facturación en el sector de la restauración, cercano al 10% respecto a la Semana Santa pasada, ha superado las previsiones que realizó AMER, que apuntaba a un incremento del 6,59%.

En concreto, la restauración del Distrito Centro ha tenido una afluencia de visitantes similar a la que se produce en Navidad, por lo que Madrid «se consolida como destino turístico en Semana Santa», con niveles de facturación en la restauración y de afluencia de turistas superiores a 2019.

Se consolida el crecimiento turístico de Madrid experimentado en los últimos años y se ha alcanzado e incluso superado, en según qué lugares, los niveles prepandemia en cuanto a visitantes y gasto en gastronomía.

La asociación de empresarios ha explicado que, a pesar de que la mayor afluencia de clientes se concentra en el Distrito Centro de la capital, «que ha tenido una ocupación turística sin precedentes en un periodo del año en el que históricamente Madrid se quedaba vacía», muchos pueblos y ciudades del resto de la Comunidad que han tardado más en recuperarse ya ofrecen datos positivos propios del período anterior a la pandemia gracias al turismo de interior.

Así, han destacado «la enorme afluencia de visitantes» que han acudido esta Semana Santa a localidades madrileñas como Alcalá de Henares, Chinchón, San Lorenzo de El Escorial, Morata de Tajuña, Villarejo de Salvanés, Aranjuez o Carabaña.

Aunque los barrios de Madrid que no son turísticos y las ciudades residenciales del cinturón norte y sur no han podido suplir el éxodo de sus vecinos durante la Semana Santa con los pocos visitantes que han recibido, han experimentado de todos modos cierto crecimiento respecto a años anteriores.