Alexandre Bompard, el presidente director general de Carrefour, sigue buscando soluciones a la difícil situación económica que atraviesa el grupo.
Apenas ocho meses después de anunciar una inversión de 300 millones de dólares y 100 nuevas tiendas en Argentina, el directivo francés ha decidido dar marcha atrás y ha encargado a Deutsche Bank un estudio de valoración de sus activos en el país.
Según ha avanzado el diario La Nación, sobre la mesa están todas las opciones: una venta total o parcial o una alianza con socios locales o extranjeros, de manera similar a lo que ya viene haciendo en mercados de Asia y África.
Técnicamente se trata sólo de una tasación de activos, sin peligro para "la continuidad del negocio ni las fuentes de trabajo", asegura la misma fuente, pero los malos resultados de la multinacional en Argentina (donde las ventas en volumen cayeron un 13,9% en 2024, según Clarín) podrían llevarle a tomar decisiones drásticas. La filtración de estas informaciones llega apenas días después de conocerse el nombramiento del argentino Pablo Lorenzo como nuevo CEO de Carrefour América Latina.
Entre los candidatos a comprar o a participar en un negocio conjunto se encuentran la cadena La Anónima, de la familia Braun, el grupo GDN, de Francisco de Narváez —que hace un par de años adquirió la filial argentina de Walmart y tiene experiencia en este tipo de operaciones— y el fondo de inversión Inverlat, dueño de Havanna. La popular plataforma de ecommerce Mercado Libre, que recientemente se ha aventurado en el sector alimentario, también podría participar en la puja.
Carrefour lidera en Argentina con un 22% de cuota de mercado en el canal moderno, según datos de la propia compañía, con 680 tiendas, 3.800 millones de euros de facturación anual y 17.000 trabajadores en plantilla.
La venta de la filial argentina privaría a Carrefour de un 4% de sus ventas brutas, pero a cambio supondría una inyección de capital para acometer inversiones en sus tres mercados estratégicos —Francia, España y Brasil—, que también atraviesan por dificultades. Ante la caída del canal Hipermercado, el grupo que preside Alexandre Bompard está acometiendo en los últimos años una drástica reducción de costes que reinvierte en ganar proximidad.
Si Alexandre Bompard quiere conseguir un golpe de efecto debe actuar rápido y, sobre todo, de manera coherente. Hace apenas ocho meses todo eran sonrisas junto a Javier Milei en su despacho de la Casa Rosada. Nada ha cambiado de manera sustancial durante este periodo, salvo las decisiones del directivo francés.