La escasez de talento cualificado amenaza con convertirse en un cuello de botella para la industria del gran consumo en España.
Según la Guía del Mercado Laboral 2025 elaborada por Hays, el 93% de las empresas del sector no consigue cubrir posiciones técnicas con perfil comercial, mientras que en la industria la cifra alcanza el 87%.
El informe señala una brecha cada vez mayor entre los programas educativos y las demandas del mercado laboral, un problema que han advertido en repetidas ocasiones asociaciones del sector como Aecoc y Asedas.
"Los planes de formación suelen centrarse en lo técnico, dejando de lado habilidades como la comunicación o la orientación al cliente", explica Laura Fernández Pando, Manager de Perm Recruitment Services en Hays España. "La separación histórica entre lo técnico y lo comercial ha limitado el desarrollo de perfiles híbridos que ahora son muy demandados", añade.
Supermercados, un sector en tensión
El problema se refleja con especial intensidad en la distribución alimentaria. Ocho de cada diez empresas de supermercados tienen dificultades para captar talento, según ManpowerGroup. La falta de profesionales con capacidades mixtas ralentiza la expansión internacional de las compañías, alarga los ciclos de venta y limita la escalabilidad de sus modelos de negocio.
También en perfiles de tienda como carniceros, pescaderos o charcuteros existen dificultades de contratación, lo que ha llevado a algunas cadenas a establecer sus propios centros de formación, como Bon Preu, o a cerrar acuerdos con mercados municipales, como Carrefour, Ametller o Musgrave.
Flexibilidad, la retribución más allá del salario
El estudio de Hays revela además un choque de expectativas entre empresas y profesionales. Casi la mitad de las compañías encuestadas (49%) considera la conciliación y la flexibilidad como palanca clave para atraer talento, seguida del buen ambiente laboral (46%). Sin embargo, muchas no disponen aún de políticas adaptadas, lo que dispara la rotación y multiplica los costes en selección y formación.
"La flexibilidad ya no es un beneficio, es un requisito", advierte Fernández Pando. La falta de medidas como el teletrabajo o los horarios flexibles impulsa a muchos trabajadores a abandonar sus puestos, agravando el problema de retención.
Salarios bajo presión
A la escasez de perfiles híbridos se suma la presión salarial. El 51% de las empresas admite que su oferta retributiva no es competitiva, mientras que el 54% de los profesionales cree que su sueldo no se ajusta al trabajo que desempeña. "El salario sigue siendo importante, pero cada vez pesan más otros factores ligados al desarrollo profesional y al bienestar personal", concluye la experta de Hays.