Family Cash sigue sumando hitos en su carrera por consolidarse como la alternativa al hipermercado tradicional. La cadena valenciana inauguró el pasado jueves su nuevo centro en Jerez de la Frontera —el noveno en Andalucía— y lo hizo con un respaldo contundente: según datos de la enseña, más de 5.000 personas pasaron por sus instalaciones durante la jornada de apertura. El establecimiento, ubicado en el polígono del Guadalquivir, ofrece 3.800 metros cuadrados de sala de ventas y un surtido amplio que abarca alimentación, frescos, perfumería, droguería, cafetería, panadería, mascotas, electrónica y bazar.
La afluencia superó con creces las expectativas y confirmó el tirón que la enseña está logrando en sus nuevas plazas. Antes incluso de las nueve de la mañana ya se registraban colas de vecinos en el exterior, un fenómeno que se replicó durante todo el día. La cadena cierra 2025 con 48 tiendas entre España y Andorra y consolida su avance territorial hacia el sur del país, donde ya cuenta con presencia en Montilla, Morón de la Frontera, Osuna, Alcalá de Guadaíra, Utrera, Lebrija, Chiclana y San Juan de Aznalfarache.
Un modelo que desafía la crisis del hipermercado
La expansión de Family Cash contrasta con el retroceso generalizado del formato hipermercado en España. Mientras cadenas históricas como Alcampo o Carrefour han sufrido pérdidas de tráfico y reducciones de superficie, la enseña nacida en Xàtiva en 2013 ha logrado revitalizar este modelo gracias a una propuesta mucho más depurada, eficiente y fácil de gestionar.
La compañía opera un único formato de hipermercado de tamaño reducido, entre 2.000 y 4.000 metros cuadrados —por debajo de los grandes híper tradicionales— con un surtido afinado de alrededor de 19.000 referencias. Esta estrategia permite una alta rotación, una gestión de inventario más ágil y una estructura de costes más ligera que la de sus competidores. Los hipermercados convencionales, que pueden superar los 6.000 o incluso 10.000 metros cuadrados con surtidos de hasta 50.000 artículos, arrastran una complejidad operativa mucho mayor.
Frente a ello, Family Cash se ha posicionado en una zona intermedia entre el hipermercado y el cash&carry, combinando precios bajos, simplicidad operativa y un catálogo amplio pero no excesivo. Su política de precios ha sido, de hecho, reconocida en repetidas ocasiones por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que sitúa a la enseña entre las más baratas del país.