Family Cash avanza en su proyecto para consolidarse como la alternativa al modelo tradicional de hipermercado.
La cadena valenciana inauguró ayer 6 de noviembre su último hipermercado en Leganés, segundo en la Comunidad de Madrid, sobre el local de un antiguo Alcampo en la calle Eduardo Torroja 1. El establecimiento dispone de 2.350 metros cuadrados de sala de ventas y ofrece las secciones habituales de mostradores asistidos de frescos, alimentación, droguería y perfumería.
La casualidad ha querido que su apertura coincida en la misma semana con el 50 aniversario del hipermercado Alcampo de Alcobendas, lo que acentúa más si cabe la trayectoria divergente de las dos enseñas.
Mientras la filial española de Auchan retrocedió un 1% el pasado ejercicio y sufre una crisis que le ha llevado a recortar perímetro comercial, traspasar tiendas y relevar a su director general, con una inyección accionarial a nivel de grupo de 425 millones de euros, Family Cash sigue ganando clientes con un modelo sencillo y fácil de gestionar.
El viejo rey del hipermercado frente al aspirante al trono
Detrás de las dificultades de Alcampo se encuentra el conocido retroceso de los hipermercados, un formato que pierde ventas y visitantes de año en año y ha arrastrado también a otros operadores como Carrefour.
Pero Family Cash es ajena a todo esto. Nacida en Xàtiva en 2013, creció un 9% el pasado ejercicio y espera alcanzar los 1.000 millones de euros de facturación en 2028. El secreto de su éxito se encuentra en un modelo más eficiente y sencillo que ha incorporado novedades importantes en el formato tradicional. Con el híper de Leganés ya suma 47 puntos de venta.
Un único formato y una propuesta centrada en precio
La propuesta de Family Cash se sustenta en una regla sencilla: operar un único formato de hipermercado de tamaño reducido, de entre 2.000 y 4.000 metros cuadrados, con un surtido más afinado y de mayor rotación que el híper tradicional, compuesto por cerca de 19.000 referencias.
Por el contrario, el Alcampo de Alcobendas supera los 6.000 metros cuadrados —otros superan los 10.000— y cuenta con un surtido de 50.000 referencias, a lo que cabe sumar una operativa más compleja derivada de las campañas estacionales y los espacios 'experienciales' que promueve la cadena en todo su parque de tiendas. Por si fuera poco, la cadena que dirige Carlos Pedreira cuenta con múltiples formatos: proximidad, supermercados grandes e híper.
Family Cash prefiere concentrarse en la eficiencia operativa, los costes bajos y una política competitiva de precios —que, por cierto, ha sido reconocida repetidas veces por OCU—. Su estrategia no busca reproducir la experiencia de compra ampliada propia de los grandes hipermercados, sino acercarse al cash&carry en aspectos como la alta rotación, los precios bajos y la operativa ágil.
El resultado es un catálogo más reducido, una gestión de inventario que favorece la rapidez y un posicionamiento en precio que ningún competidor ha sabido replicar.