"Las secciones de 'listo para comer' de los supermercados son ya un competidor clarísimo para la hostelería", ha advertido esta mañana el experto en gran consumo y consultor José Antonio Latre durante una conferencia de Delectatech.
El sector de la hostelería, que se enfrenta a rápidos cambios en los hábitos de los consumidores, debe enfrentarse ahora a la competencia de los distribuidores, cuyas secciones de comida preparada ya aglutinan el 12% del mercado, según ha precisado Xavier Mallol, CEO de Delectatech.
No se trata solo de un cambio cuantitativo, sino cualitativo. "Ya no hablamos de un producto industrial, congelado o refrigerado. Vamos hacia una comida preparada fresca, casi casera", señala Latre. En Madrid, explica, es habitual ver a ejecutivos almorzando en las mesas altas de los supermercados, una imagen que hace apenas unos años resultaba impensable. En Cataluña, Ametller Origen ha presentado incluso colaboraciones con chefs de renombre para llevar la 'experiencia de restaurante' a sus establecimientos.
En este nuevo escenario, Latre lanza una advertencia a los fabricantes: "Si fabricas ingredientes, tienen un problema estructural. La gente ya no cocina, vamos hacia una cocina de ensamblaje a partir de elementos semipreparados".
La hostelería, ante un consumidor agotado
La presión sobre la hostelería no viene solo del retail. La inflación en el sector —4,2%, un punto y medio por encima del índice general— y la subida del salario mínimo han disparado los costes. Al mismo tiempo, el consumidor, agotado por la escalada inflacionaria, ajusta sus gastos: busca "valor por dinero"; quiere experiencias, pero reduce todos los gastos discrecionales que puede.
"No estamos ante un ahorro indiscriminado, sino ante un consumo inteligente", resume Latre.
El turismo actúa como contrapeso. España espera superar los 98 millones de visitantes en 2025 —menos de los 100 millones esperados, pero por encima de 2024—, con un gasto por visitante en ascenso; sobre todo, a causa de la inflación, pero también a una creciente 'premiumización' del sector que puede desplazar a los turistas más low cost.
El experto también anticipa un cambio en la propia estructura empresarial de la hostelería: "Pasaremos de modelos independientes a grupos con cinco, seis, treinta restaurantes. Si tuviera que invertir, lo haría en fast food o en alta gastronomía prémium, no en la clase media, que está viendo rápidamente reducido su espacio", apunta.