La marca propia representa el 82% de las ventas de Lidl, que se precia de gestionar un surtido reducido de entre 2.000 y 3.000 referencias de alta rotación.
El espacio para los fabricantes dentro de este modelo comercial es escaso, pero algo parece estar cambiando en la enseña de origen alemán.
En los últimos años, Lidl ha incrementado la cuota de productos sostenibles y prémium para canalizar el gasto integral de sus consumidores, y recientemente parece haberse abierto a dar espacio a las acciones en el punto de venta de los fabricantes.
Así lo muestra una foto tomada por Alba Labarca, ex directora de Pharmacy OTC de Colgate-Palmolive y en la actualidad directora de Desarrollo de Negocio de Upgrade Pharma, en la que se observan acciones promocionales de Sanex, Listerine y Colgate en las cajas de salida, con material de visibilidad propio, diseñado por ellas mismas.
"Es un ejemplo claro de cómo evoluciona el retail. Lo que antes era imposible, hoy es estrategia; lo que era innegociable, hoy es oportunidad. Por eso el 'no' de una enseña nunca es definitivo", explica Labarca.