Coronavirus | La solución del Gobierno: llenar de niños los supermercados

El desconfinamiento de los menores de 14 años pasa por dejarles entrar en el supermercado. Una medida que cuanto menos sorprende y que podría ser vista como un nuevo palo de ciego del Gobierno.

La ministra portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha desgranado las nuevas medidas referentes a los menores de 14 años en la aplicación del estado de alarma decretado por el Ejecutivo como consecuencia de la crisis del coronavirus.

En concreto, ha explicado que los niños podrán salir de casa solamente en los mismos casos que ya contemplaba el decreto para los adultos, es decir, para acompañar a estos a realizar actividades tales como ir a hacer la compra al supermercado, la farmacia o acudir al banco.

En definitiva, nada de paseos ni de caminar al aire libre (como se había deslizado hasta la fecha -incluso la ministra Celaá se había pronunciado en este sentido esta misma mañana-). Desde el lunes 27 de abril el Gobierno tiene la intención de permitir a los menores que acompañen a adultos en actividades "indoor" que por sí mismas ya entrañaban el mayor riesgo de contagio en un contexto de masivo confinamiento domiciliario.

Porque, al margen de los medios de transporte público, el supermercado se ha convertido en uno de los pocos centros de 'socialización' a raíz del estado de alarma. Siendo uno de los principales posibles focos de contagio de la enfermedad COVID-19, las cadenas de distribución, con sus empleados al frente, están haciendo grandes esfuerzos para minimizar los riesgos. Sin embargo, ahora el Gobierno ofrece una solución para reducir el confinamiento que pasa en la práctica por llenar de niños espacios cerrados como son los supermercados.

¿ERROR DEL GOBIERNO?

Muchos ya piensan que se trata de un error en la gestión de la crisis por parte del Gobierno. Uno más que se suma a vaivenes como el de las mascarillas o las contradicciones en el uso de guantes protectores.

El supermercado no sólo es uno de los lugares con mayor afluencia de ciudadanos durante estos días sino que, por sus propias características, llenarlo de niños puede ser altamente irresponsable. Durante estos días os hemos repetido (también el Gobierno) que hay que ser absolutamente responsable en la compra: sólo una persona por familia, comprar lo suficiente para varios días, mantener la distancia de seguridad, no manosear los productos, etc. Consejos que se van a pique si incluimos a niños pequeños en esta ecuación. Quien tenga hijos (y quien tenga algo de sentido común) se dará cuenta de que un niño incrementa el riesgo de romper las distancias de seguridad, la necesaria protección de los alimentos (toses, estornudos...) y la propia concentración y rapidez a la hora de hacer la compra que exigen estos tiempos.

Todo esto por no hablar de los peligros que entrañan al ser en muchos casos portadores asintomáticos de la enfermedad, por lo que su presencia en un recinto cerrado incrementa el riesgo de transmisión. 

A pesar de todo, el Gobierno sigue amparándose en "los expertos" para justificar esta medida. Ante la gravedad del número de contagios y fallecidos, en medio de una crisis económica sin precedentes, cabría al menos debatir si es necesario cambiar de expertos.

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