En sus múltiples formatos, los snacks se han consolidado como un segmento relevante del consumo moderno.
En España ya representan el 36,1% del mercado de alimentación, según detalla el informe Snack Unwrap: The Insatiable Craving for Growth, elaborado por la consultora Circana.
A escala europea, el mercado de snacks alcanzó en 2024 un volumen de negocio de 234.000 millones de euros, con un crecimiento interanual del 2,9%, 7.000 millones más que el año anterior, a pesar de que el número de unidades vendidas se ha mantenido estable, en torno a los 115.000 millones. Este crecimiento ha venido impulsado no tanto por un aumento del consumo, sino por la transformación de la categoría, cada vez más compleja y ligada a variables como la salud, la conveniencia o el placer.
El informe incluye datos de puntos de venta en Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, España y Reino Unido, y abarca 628 segmentos distintos, desde los dulces y salados hasta productos refrigerados, congelados y funcionales. Sus conclusiones apuntan a un fenómeno transversal: el snack ha dejado de ser una simple categoría alimentaria para convertirse en una cultura de consumo en sí misma, en palabras de Ananda Roy, asesora de crecimiento de Circana en Europa.
Disfrute, energía y salud
La pandemia aceleró muchos de los cambios ya en marcha antes de 2020, como el creciente interés por opciones más saludables y funcionales. Los consumidores europeos buscan hoy en día alimentos que, además de saciar, aporten valor nutricional o emocional. Ejemplo de ello es el auge de los cereales y barritas (+6%), los frutos secos (+4,9%), los yogures (+3,5%) o el queso (+3,1%), que se posicionan como alternativas versátiles para el desayuno, el tentempié entre horas o incluso la cena ligera.
Esta nueva economía del snack también está alimentada por las redes sociales y las tendencias virales, donde las porciones controladas, los ingredientes vegetales y las opciones de 'etiquetas limpias' ganan protagonismo. El resultado es un consumo más consciente, pero también más fragmentado y emocional, en el que el consumidor oscila entre lo saludable y el capricho.
Supermercados y discounters ganan peso frente a las tiendas de conveniencia
En términos de canales de distribución, los supermercados siguen siendo la principal vía de compra de snacks en Europa, con una cuota del 50% y un aumento del 2,1% en volumen. Por su parte, los discounters aportan 44.000 millones al total y también experimentan un crecimiento sostenido. En cambio, las tiendas de conveniencia sufren una caída en ventas en unidades, mientras que los hipermercados se mantienen estables.
Cabe destacar el impulso del comercio electrónico y los canales especializados, que, aunque parten de cuotas menores, presentan las tasas de crecimiento más elevadas.
España lidera el crecimiento en valor
Entre los seis grandes mercados europeos analizados, España destaca por su ritmo de crecimiento. El mercado nacional de snacks movió en 2024 30.000 millones de euros, lo que representa un avance del 5,7% respecto al año anterior, el mayor aumento entre las principales economías europeas. Aunque todavía lejos del volumen absoluto de Alemania (60.000 millones) o Reino Unido (53.000 millones), el dinamismo del mercado español refleja una rápida adaptación a las nuevas demandas del consumidor.
Por cuota de valor, los Países Bajos (44,6%) e Italia (43,2%) lideran la clasificación, mientras que España se sitúa en el 36,1%.
Una categoría en transformación
"El lineal de snacks se ha convertido en un espejo de la vida contemporánea", ha subrayado Roy, que advierte del reto al que se enfrentan las marcas globales para seguir siendo relevantes. No basta con ganar cuota de mercado: es necesario conectar con valores universales como la salud, el placer o la practicidad sin perder de vista el aspecto local.