Los consumidores españoles siguen receptivos a la innovación, a pesar de que esta ha reducido sensiblemente su presencia en los lineales en los últimos años. Según un estudio elaborado por Aecoc, el 72% de los compradores ha incorporado al menos un producto nuevo a su cesta en el último año. La mitad percibe que en su tienda habitual se lanzan menos novedades que antes.
El informe muestra que uno de cada dos consumidores se declara abierto a probar nuevos productos, y un 16% se considera incluso "pionero" en hacerlo. Sin embargo, siete de cada diez creen que buena parte de las innovaciones son simples extensiones de surtido —nuevos sabores, formatos o texturas— y no verdaderas revoluciones.
¿Cuándo se percine un producto como innovador?
Entre los factores que más influyen a la hora de percibir un producto como innovador destacan que sea más saludable (20%) o que cuente con un envase más práctico (19%).
La acogida, en todo caso, suele ser positiva: el 80% de los consumidores se declara satisfecho con el último producto nuevo que probó, y el 75% asegura que volvería a comprarlo. Pero el precio sigue siendo una barrera. El 76% considera que los productos nuevos son más caros y un 66% solo los adquiere si están en oferta o promoción.
El estudio de Aecoc, elaborado a partir de 1.500 encuestas a consumidores de entre 13 y 79 años, dibuja un mercado abierto a la innovación, pero selectivo y condicionado por la coyuntura económica.