Antonio Hernando

| Por favor, dejemos que el jardín de la innovación dé sus frutos | -

Por favor, dejemos que el jardín de la innovación dé sus frutos
Por favor, dejemos que el jardín de la innovación dé sus frutos

Jardinero es la persona que tiene por ocupación el cuidado y mantenimiento de un jardín. Un innovador es una persona que innova, que hace una contribución que es nueva, novedosa, interesante, con posibilidades. A menudo le digo a mis clientes que innovar es como ser un jardinero: cuando usamos las herramientas adecuadas en el momento adecuado, suceden cosas asombrosas. Sin embargo, si se utiliza las herramientas equivocadas en el momento equivocado, el resultado suele ser muy decepcionante.

Los jardines 'exitosos' pasan por un ciclo de vida: la primavera es una época para sembrar y nutrir, el verano es el tiempo del crecimiento, el otoño trae la madurez y, aunque la mayoría de los jardines están inertes en invierno, esta estación es crucial para su éxito a largo plazo. Pues bien, la innovación 'exitosa' sigue un ciclo similar.

PRIMAVERA Y VERANO : Plantemos las semillas y ayudémoslas a crecer

Un jardín 'exitoso' requiere de una planificación que permita preparar el escenario para el éxito futuro: se tiene que adecuar el suelo, aplicar fertilizantes, plantar semillas, regar regularmente, etc.

Del mismo modo, el éxito de la innovación en su fase temprana tiene que ver con la alimentación del conocimiento del consumidor y las ideas. A menudo llamado el fuzzy front end (perdón por el anglicismo), los esfuerzos de innovación deben centrarse en la obtención de un conocimiento profundo de las necesidades y deseos del consumidor.

En esta etapa, estamos utilizando las herramientas de innovación correctas si nos permiten interactuar directamente con los consumidores (etnografías, exploración cualitativa, workshops). En este momento lo mejor es explorar profundamente y creativamente con los consumidores para permitir que la semilla de una idea permita florecer otras muchas ideas.

Lo más importante es evitar la tentación de podar el jardín de la innovación demasiado pronto. En esta etapa, se trata de llenar el 'embudo' de la innovación y, a veces, la idea que parece ser más probable que falle nos da una agradable sorpresa.

OTOÑO - Preparar el jardín para el futuro

En otoño, el jardín ha madurado y es hora de tomar decisiones sobre lo que está listo para ser cosechado.

Del mismo modo, las ideas de innovación deben madurar en conceptos refinados, que reflejan la forma en la que se pondrán en marcha. Lo más importante es comprometerse de antemano con una herramienta objetiva para tomar decisiones con lo que sigue y lo que se poda.

Tradicionalmente, se suelen recomendar soluciones más cuantitativas para ayudar a guiar este proceso de toma de decisiones. La determinación de los posibles niveles de trial, repeat, volumetrizaciones, etc. proporcionan la brújula objetiva necesaria para tomar estas decisiones difíciles.

Pero más recientemente, se ha incorporado un enfoque híbrido que combina información cuantitativa con algunos elementos cualitativos para conectarse con los consumidores, que permiten optimizar las innovaciones. Comunidades online (¡qué difícil traducir Pop Up Communities o OBB – Online Bulletin Board!) son una excelente manera de involucrar a los consumidores de forma rápida y eficiente en el proceso de refinamiento / optimización.

Un hombre compra en un supermercado
Un hombre compra en un supermercado

INVIERNO – Dormido o durmiendo - No significa que la innovación haya muerto

A pesar de que jardín parece estar inerte en el invierno, lo que realmente pasa es que está rejuvenecido, y se prepara para la próxima temporada.

Desde la perspectiva de la innovación, hay mucho que aprender del proceso de la concepción, desarrollo, refinamiento y el lanzamiento de nuevos productos. Por desgracia, la mayoría de mis clientes no se toman el tiempo para capturar las 'lecciones aprendidas' de sus esfuerzos de innovación, tanto los éxitos como los fracasos (¡no me lo tengáis en cuenta, sabéis que os aprecio!).

Muchas empresas están descubriendo que una de las mejores fuentes de nuevas ideas de productos son realmente viejas ideas de nuevos productos, es decir, aquellos que fueron considerados hace muchos años, pero que no se han iniciado.

Puede ser que las barreras del pasado que dificultaban su puesta en marcha podrían haberse desplazado, que las necesidades de los consumidores hayan cambiado, y/o que el panorama competitivo se ha transformado (de esto sabemos un poco en España, ¿verdad?). Independientemente de lo que sucedió, es mucho más difícil aprovechar el conocimiento pasado si no tenemos una forma sistémica de la captura de los aprendizajes.

Imagino que lo que estáis pensando ahora es que la innovación no sigue una trayectoria lineal ordenada como el ciclo de vida de un jardín, que los innovadores tenéis el reto de gestionar varias iniciativas de productos en diferentes etapas de desarrollo, y que cuántos jardines habrá cuidado este tipo en su vida para venir a darnos lecciones.

Pues sólo acabar diciendo que, si habéis llegado a leer hasta aquí... YA ES PRIMAVERA EN...

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