La directiva de The Magnum Ice Cream Company, la recientemente escindida división de helados de Unilever, ha comparecido en la mañana del martes para explicar sus planes y previsiones de futuro.
Entre ellos destaca un plan de reducción de costes de 500 millones de euros, que espera conseguir a través de una mejor integración de sus cadenas de aprovisionamiento.
La nueva compañía, que empezará a cotizar en Bolsa de manera separada a partir de noviembre, espera crecer entre el 3 y el 5% anual a medio plazo a partir de 2026, una estimación basada en un crecimiento del mercado del helado de entre el 3 y el 4%.
Asimismo, la empresa segregada de Unilever espera impulsar su margen ebitda entre 40 y 60 puntos básicos al año a partir de 2026.
La dueña de Magnum y Ben & Jerry, que en los últimos dos años ha comenzado a revertir las caídas en cuota y beneficios, aglutinará cerca de un quinto del mercado global de helados, valorado en 88.000 millones de dólares.
La deuda neta inicial ajustada se situará en 2,4 veces el ebitda, según ha explicado Magnum.
Una división que crece, pero no tanto
En el último ejercicio, la división de Helados de Unilever, que comprende cuatro de las cinco mayores marcas del segmento, creció un 4,5%, techo sólo superado por Belleza, y en el primer semestre de 2025 fue la única en registrar números positivos.
En 2024 facturó en total 7.900 millones de euros y arrojó un ebitda ajustado de 1.200 millones.
La compañía, que ha echado a andar de manera independiente en julio bajo la dirección de Peter ter Kulve, se enfrenta al reto de controlar sus costes y mejorar los márgenes operativos, uno de los puntos débiles de la anterior gestión de Unilever, según ha reconocido el propio Fernando Fernández.
El consenso de los analistas espera que la compañia siga creciendo de manera independiente, pero por debajo de las previsiones de la compañía. RBC Capital Markets, por ejemplo, sitúa el crecimiento entre el 2,7 y el 2,8%.