La creciente preocupación de los consumidores españoles por cuidarse, unida a la sostenibilidad y al respeto al medioambiente, así como la alta incidencia de enfermedades crónicas, ha hecho que, en los últimos años, la demanda de alimentos saludables haya experimentado un crecimiento importante en nuestro país. Entre estos, la kombucha crece de forma constante desde 2016 y la previsión es que llegue a alcanzar cuotas similares a las de mercados más maduros como Estados Unidos o Reino Unido, donde ya es un producto habitual entre los consumidores. En España, por su parte, este mercado ha incrementado por tres su tamaño en los últimos meses logrando alcanzar unas ventas totales de más de 2 millones de euros, según un estudio de Iri.

Este análisis, que monitoriza las ventas de las principales marcas de esta bebida probiótica en supermercados e hipermercados del territorio nacional, incluyendo Canarias y Baleares, indica que si se tienen en cuenta tiendas ecológicas o los ecommerce de las marcas, el mercado de la kombucha en España superaría actualmente los 7 millones de euros.

En este sentido, Komvida es la marca que acapara la mayor cuota (75%) y está presente ya en más de 5.000 puntos de venta. Le siguen marcas internacionales como Captain Kombucha (9%) o Kevita de Pepsico (0,2%) así como otras nacionales: Vitae Kombucha (6,9%) o Flax & Kale (3,3%). Por ahora, el estudio determina que la marca blanca "no se ha integrado de forma competitiva" en este mercado, perdiendo más de 13 puntos en el último año.

Además de tener propiedades antioxidantes, la kombucha ayuda a metabolizar los hidratos de carbono y contribuye al buen estado de la piel. Esta bebida está cargada de minerales, vitaminas, enzimas y ácidos orgánicos. Entre estos, el ácido sacárico, que aporta una capacidad extra de desintoxicación al hígado y facilita el trabajo al ácido glucurónico que fabrica nuestro organismo con esta misma finalidad.