La subida de precios generalizada que vienen afrontando los consumidores en los últimos dos años esta afectando muy particularmente al sector de la hostelería, sobre todo en las zonas más turísticas.
Ejemplo de ello es Baleares, donde la hostelería ha facturado de media entre el 6% y el 8% menos, llegando en algunas localidades a una bajada del 30%. Así lo documenta eldiario.es, tras recoger la opinión de bares y restaurantes al respecto.
En concreto, algunos restauradores atribuyen el declive de la demanda al alquiler turístico, que, según alegan, atrae una clientela con menor poder adquisitivo que prefiere "comprar la comida en el súper". "El volumen de gente que viene a Sóller continúa siendo el mismo, con fluctuaciones más o menos cada 15 días. Pero lo que sí ha bajado es el consumo en los bares. La gente está gastando menos y eso se nota. Ahora te piden un zumo de naranja [6,5 euros] y se lo toman entre cinco personas”, comenta Álex, del bar Es Firó.
Cabe recordar que, el pasado mes de junio, los precios en los hoteles, las cafeterías y los restaurantes de Baleares se incrementaron el 5% respecto al mismo mes del año pasado, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Un porcentaje que se eleva hasta el 30% en comparación con 2019, antes de que irrumpiera la pandemia de la Covid.
"INTRUSISMO" DE ALGUNOS SUPERMERCADOS
Sobre la situación actual en el sector, Juan Miguel Ferrer, presidente de la patronal CAEB Restauración, incide en que esta es la segunda temporada en la que el ámbito al que representa se resiente en sus cifras de facturación, y lamenta que este año "se esté consolidando una bajada importante".
Ferrer lo atribuye, principalmente, al encarecimiento del transporte aéreo y de las estancias hoteleras, lo que hace que los turistas tengan "menos dinero en el bolsillo para gastar", y también a la subida de precios que han llevado a cabo los propios establecimientos por una "cuestión inflacionaria". En esta línea, critica el "intrusismo" que, en su opinión, ejercen algunos supermercados al atender "demandas propias de la restauración". Todo ello conforma, subraya, una "tormenta perfecta" que está provocando las caídas en la facturación.
Por su parte, la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) señala que, desde el pasado mayo, los hoteles de la isla comenzaron a notar "irregularidades" en las cifras de ocupación, tendencia que se ha replicado en junio y julio y que está imposibilitando que se cumplan las expectativas que se tenían antes de comenzar la temporada.
DESCENSO DEL TIQUE MEDIO
En líneas generales, la hostelería se acerca así a los últimos días de la temporada de verano sin haber alcanzado sus expectativas iniciales de aumentar su facturación en un 5% durante estos meses. "Tenemos casi los mismos turistas y está bajando el tique medio", mientras "los precios de nuestros proveedores, están aumentado y vemos que estamos teniendo una menor rentabilidad en los negocios", ha precisado el presidente de Hostelería de España, José Luis Álvarez.
En un primer análisis, Álvarez ha puesto el foco en el aumento generalizado de precios que pone a las familias en "modo incertidumbre": "Los precios cada vez suben más (...), hay que añadir las cotizaciones en la seguridad social y los impuestos que pagamos, eso se nota en el poder adquisitivo". Además, ha señalado a las viviendas turísticas, "modelo que produce una merma en la restauración, porque si bien los consumidores salen a comer o cenar, siempre pueden contar con este espacio", ha anotado Álvarez.
Según los datos del Índice de Precios al Consumidor (IPC), los precios en la restauración en julio han aumentado el 4% respecto al mismo mes del año anterior, por encima del 2,7% que se encareció la cesta de la compra y el precio de la vida en general.