La Ministra Federal de Medio Ambiente y Protección al Consumidor de Alemania, Steffi Lemke, se ha manifestado contra los aumentos ocultos de precios en el comercio minorista y ha asegurado que es preciso "poner fin" a los "envases engañosos", ha asegurado en declaraciones al periódico Handelsblatt.

A este respecto ha añadido que en el futuro debería regularse claramente "que no se permitan envases del mismo tamaño con contenido reducido de producto". Lo mismo se aplicaría si el contenido sigue siendo el mismo y se amplía el embalaje. "Estas prácticas son problemáticas tanto desde el punto de vista de la protección del consumidor como de la prevención del desperdicio", ha precisado Lemke.

Actualmente se está votando un proyecto de ley en los departamentos internos del Gobierno alemán y algunos políticos ya han calificado el cambio propuesto en la ley de "paso necesario para la protección del medio ambiente y de los consumidores".

Lo cierto es que esta práctica, conocida como reduflación, ha aumentado en los últimos meses en este país. Las asociaciones de consumidores ya informaron a finales de agosto de un nuevo récord para esta forma de aumento oculto de precios ya que los proveedores encarecen los productos vendiendo menos contenido en envases mayoritariamente estándar. El precio se mantiene igual o aumenta.

EJEMPLOS DE REDUFLACIÓN

El centro de asesoramiento al consumidor de Hamburgo y la Stiftung Warentest citan varios ejemplos. El cacao en polvo Suchard Express se ha reducido de 500 a 400 gramos y, por tanto, es un 25% más caro. El gel de ducha Duschdas Sport tiene menos contenido y su precio ha aumentado el 22%.

También se duplicó el precio del enjuague bucal Listerine Total Care protector de encías de Johnson & Johnson. El fabricante justificó esta subida señalando que tiene hacer frente al aumento de costes, especialmente en materias primas y producción.

El caso es que "como los supermercados se resisten a subir los precios, los fabricantes se ven obligados a reducir las cantidades para compensar los costes adicionales", afirma Armin Valet, experto del Centro del Consumidor de Hamburgo.

"No está prohibido", continuó Valet. La cantidad de llenado está indicada en el embalaje, pero "sigue siendo un truco desagradable para engañar a los consumidores", ha apuntado Ina Bockholt de la Stiftung Warentest: "La mayoría de los ejemplos que mostramos superan con creces la tasa de inflación", subraya.

En lo que va de año, las entidades de defensa de los consumidores han registrado 75 productos con aumentos de precios ocultos, el 50% más en comparación con el año anterior.

CARREFOUR TOMA MEDIDAS

Carrefour ha tomado la iniciativa contra esta práctica y ya advierte en sus lineales sobre aumentos de precios ocultos con pegatinas en una serie de productos alimenticios.

"El peso de este producto ha disminuido y el precio de nuestro proveedor ha aumentado", se lee en las pegatinas que la enseña gala colocará en los paquetes de café, patatas fritas, mayonesa y té helado, entre otros. Los aumentos de precios ocultos estarían entre el 8% y el 40%. "Estamos comprometidos a renegociar el precio", se lee también en esas pegatinas.

De este modo, la compañía se adelanta al proyecto de ley con el que el Gobierno francés obligaría a la industria a indicar claramente en los productos si el contenido del mismo paquete se ha reducido.

Asociaciones de consumidores de Alemania ha pedido a los minoristas del país seguir el "ejemplo" de la enseña francesa, lo que supondría "un paso positivo hacia una mayor transparencia para los consumidores".

No todas las voces van en esta dirección. Katharina Willkomm (FDP) se ha pronunciado en contra de los planes de la ministra Lemke. "En una economía de libre mercado, los fabricantes son libres de determinar el precio de sus productos y el tamaño del embalaje o de cambiar ambos".