Aunque no puede celebrarlo en tan terribles circunstancias, esta semana el canal Alimentación ha batido todos los registros históricos de ventas como consecuencia de la alarma social generada por la crisis del coronavirus (y el aislamiento que viven las familias en sus casas), la misma que ha paralizado la práctica totalidad de canales minoristas en un entorno inédito, casi apocalíptico para la economía.

Si el martes Juan Roig apelaba a la "racionalización del miedo" y aseguraba en la presentación de resultados 2019 de Mercadona que no habría problemas de abastecimiento (salvo algún producto como el gel de manos y en Madrid o Vitoria), lo cierto es que muchos lineales de supermercados de España, especialmente en Madrid, han aparecido arrasados como consecuencia de una psicosis colectiva retroalimentada por las redes sociales.

Por supuesto, ni rastro de los geles desinfectantes de manos ni de los guantes desechables, pero sorprende más la falta de productos de primera necesidad como el papel higiénico, leches infantiles, pastas o legumbres, por poner algunos ejemplos. Sólo las despensas de abuelas y bisabuelas en la España de la posguerra recuerdan algo parecido, en aquellos tiempos repletas de productos como el azúcar, hoy demonizados y aparcados hasta en esta crisis.

Ante el avance imparable del coronavirus, que ha dejado 133 muertos y 2.940 infectados por el momento en la Comunidad de Madrid, la región se ha levantado con la clausura de todos sus comercios con la única excepción de aquellos que presten servicios considerados esenciales. El Ejecutivo regional informó de las normas que marcarán la vida de los ciudadanos desde este sábado, junto con la declaración del estado de alarma en todo el territorio nacional. Podrán seguir abiertos los comercios minoristas de alimentación, de venta de productos de primera necesidad y supermercados, entre otros.

Las restricciones, en vigor hasta el próximo 26 de marzo, no parecen afectar por el momento a los hipermercados, que son los grandes beneficiados por su modelo trasversal de distribución. A rebufo de la alimentación, se sigue vendiendo textil, hogar, electrónica... lo cierto es que casi cualquier producto puede comprarse desde hoy sábado por ejemplo en el área dedicada a Hipercor de los centros comerciales de El Corte Inglés, tal y como se puede apreciar en las imágenes. Falta por saber si habrá reacción por parte del retail especialista, gran perjudicado en este contexto y que durante los últimos años ha arrinconado a estas grandes superficies comerciales generalistas.

Debemos hacer mención especial a TODOS LOS TRABAJADORES DE LA ALIMENTACIÓN que, con su heroico trabajo, poniéndose en riesgo a sí mismos y a sus familias, hacen posible que toda la sociedad pueda hacer frente a esta pandemia desde su casa.