Lidl se encuentra inmersa en un amplio proceso de expansión internacional, pero todavía no ha dado muestras de lograr márgenes y rentabilidad sostenibles en el largo plazo.
Este es el caso de Lidl Bélgica, que ha cerrado el ejercicio 2024 en números rojos a pesar de ganar cuota de mercado, según informa De Standaard. Las ventas del discounter crecieron un 3% hasta los 3.240 millones de euros, pero la compañía registró una pérdida de 31,1 millones de euros, dos millones más que el pasado año.
Por cada 100 euros Lidl pierde 0,94 céntimos, según ejemplifica el diario belga que ha tenido acceso a las cuentas de la compañía.
La enseña alemana ha reducido a la mitad sus pérdidas en Bélgica desde 2021, pero todavía no hay previsión de que vuelva al verde en el medio plazo. El pasado año, la central del discounter inyectó 50 millones de euros en Lidl Bélgica para garantizar su continuidad, que serán imprescindibles a la hora de garantizar un plan de expansión que prevé 80 tiendas más en Bélgica para 2038, a razón de seis al año.
En España la compañía no ha desvelado sus datos de beneficio del último ejercicio, pero en 2023 este cayó un 13% hasta los 182 millones de euros. Por el momento, prefiere concentrarse en ganar cuota y penetración, pero las dudas cercen acerca de su viabilidad.