Las principales organizaciones del comercio minorista de Francia, que aglutinan a enseñas como Carrefour, E. Leclerc o Coopérative U, han alzado la voz este lunes con una contundente carta abierta dirigida al Gobierno.
La Confederación de Comerciantes de Francia (CDF) y el Consejo del Comercio de Francia (CdCF), respaldados por otras asociaciones del sector, han exigido al Ejecutivo que "deje de mirar hacia otro lado" ante el auge de las plataformas de comercio electrónico asiáticas como Temu, Shein o AliExpress, a las que acusan de inundar el mercado con productos no regulados, inseguros y vendidos en condiciones desleales.
La denuncia se apoya en datos revelados por la ministra de Cuentas Públicas Amélie de Montchalin el pasado abril. Según estos, el 94% de los productos inspeccionados y procedentes de estas plataformas no cumplen con las normativas europeas, y el 66% son directamente peligrosos. La situación, según los comerciantes, supone una amenaza tanto para la seguridad de los consumidores como para la supervivencia del comercio local, atrapado en una competencia desigual.
"Si un comerciante francés vendiera el 94% de sus productos fuera de la normativa y el 66% de los mismos fuera peligroso, se cerraría su tienda de inmediato", argumentan las asociaciones que secundan la campaña. "Pero estas plataformas pueden operar con total impunidad. Solo pedimos igualdad de trato".
Las asociaciones de comerciantes exigen a la Dirección General de Competencia, Consumo y Represión del Fraude (DGCCRF) que active sin demora los mecanismos legales disponibles, entre ellos la desreferenciación (retirada de los sitios web de los motores de búsqueda), la suspensión de actividades e incluso el bloqueo de acceso a las plataformas reincidentes. Alegan que el Código de Consumo francés ya prevé estas herramientas para casos de infracción grave y reiterada.
Aunque Temu, Shein o AliExpress no son nuevas en el mercado francés, su peso se ha multiplicado. Venden millones de productos a precios muy bajos y sin los adecuados controles, según las asociaciones. En sectores como el textil, el calzado, el bricolaje o la electrónica, los comerciantes denuncian una pérdida constante de cuota de mercado ante productos que, en muchos casos, ni siquiera respetan las normativas básicas de etiquetado o seguridad.
"Estos productos cruzan nuestras fronteras sin ningún filtro", alerta la carta. Las asociaciones aseguran que se han detectado materiales inflamables, juguetes sin trazabilidad, sustancias prohibidas o prendas textiles sin etiquetado reglamentario. Una amenaza para el consumidor, sí, pero también para el principio de competencia justa, insisten.
Mientras Europa debate cómo reforzar el control sobre las grandes plataformas extracomunitarias, el sector minorista francés urge a París a no esperar más. "La ley permite actuar. Solo falta voluntad política", concluye el texto.