Después de sucesivas crisis, el sector de gran consumo se encamina hacia un periodo de crecimiento moderado caracterizado por la reconstrucción de márgenes de beneficio, la inversión en ladrillo y la menor inflación
Así lo ha puesto de manifiesto el reciente Informe de la distribución alimentaria de proximidad en España elaborado por Asedas y Retail Data, que prevé 850 aperturas en 2025.
Sobre la base de este informe, José Antonio Latre, consejero y senior advisor del sector Retail y Consumo, ha querido compartir en Linkedin sus reflexiones acerca de las tendencias, los ganadores y los perdedores del sector en los últimos años. Después de todo, el sector "tiene mucha inercia" y "las grandes tendencias de cambio se producen muy lentamente".
La primera de estas tendencias es la proximidad, lo que ha dado lugar al avance del supermercado, en todos sus formatos, frente la hipermercado, "que está herido de muerte a largo plazo".
La segunda es el empuje de la marca de distribución en la "inmensa mayoría de las categorías de consumo, con contadas excepciones donde las marcas de fabricante son más resilientes, como cosmética, fragancias y algunas bebidas como cervezas o refrescos". Recientemente este avance se ha ralentizado, pero la marca blanca suele consolidar las conquistas adquiridas, rara vez retrocede.
La tercera es la ganancia de cuota de la distribución organizada frente a la tradicional (pescaderías, carnicerías, fruterías, panaderías, etc.). Esta es, por cierto, una de las causas del gran crecimiento del sector en España y, en particular, de los supermercados regionales.
La combinación de estas tendencias ha dejado dos grandes ganadores en la distribución española.
Por un lado, las mencionadas cadenas de supermecados regionales, "cuyo éxito se basa en la combinación de proximidad, servicio, conocimiento del mercado y cliente local con marcas reconocidas en su territorio, buenas secciones de frescos perecederos y precios competitivos". Algunas de estas enseñas son Consum, Bon Preu, Ahorramas o Hiperdino.
Por el otro, los operadores de surtido corto como Mercadona o Lidl, que cuentan con un "monoformato de supermercado grande con aparcamiento que ha conseguido robar las cestas de carga al hipermercado y que apalancan su capacidad de prescripción a través de sus marcas propias".
Más allá de las grandes tendencias, Latre ha querido destacar "la extraordinaria resiliencia de operadores medianos y pequeños, que ni siquiera están en el top20 y siguen creciendo en sus mercados locales".