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SECTOR FMCG

A vueltas con la innovación en la industria alimentaria, por Jorge Jordana

Artículo de Jorge Jordana, Dr. Ingeniero agrónomo y economista, incluido en exclusiva en el Anuario de la Innovación 2025 de FRS Food Retail & Service.

Publicado: 15/07/2025 ·13:57
Actualizado: 15/07/2025 · 13:57
  • Nuestra cadena agroalimentaria está sin consolidar.

Es bien sabido que las transformaciones sociales, aun cuando las modificaciones del entorno sean relevantes, tardan en configurar cambios observables. Es como si las sociedades tuvieran una enorme inercia y se resistiesen a los cambios. Por eso en el ámbito de la innovación de nuestra industria alimentaria todo sigue igual, pues apenas hay cambios significativos en el entorno de actuación de sus empresas.

La doctrina dice que son cinco los ingredientes claves para poder alcanzar una supremacía tecnológica:

1. Un conjunto de universidades investigadoras de primer nivel que produzcan una gran cantidad de patentes de propiedad intelectual y que formen talento humano con excelencia.

2. Una capacidad de fabricación arraigada, profunda y de amplio alcance sostenida por cadenas de suministro eficientes.

3. Un sector de capital de riesgo con conocimientos, en constante búsqueda de nuevos productos.

4. Una cultura empresarial consciente de que el beneficio es la retribución del riesgo y que la innovación es, precisamente, una parte de ese riesgo que hay que asumir.

5. Un gran mercado de consumidores atraídos por lo nuevo, porque son capaces de observar el valor incorporado por la innovación.

 

EN RETROCESO

Como conocedores de nuestro sector y de su entorno, los lectores deducirán que no solo no cumplimos casi ninguna de estas claves, sino que en algunas de ellas vamos retrocediendo

No tenemos ninguna universidad entre las 150 mejores del mundo y con las reformas educativas últimas se ha abandonado impulsar la excelencia por el salvamento de la mediocridad, aunque, eso sí, se estudien las matemáticas con perspectiva de género. La investigación básica se sigue realizando en el sector público, cuyos investigadores se valoran por lo que publican y no por lo que patentan, por lo que somos, en nuestra área, los undécimos del mundo en artículos científicos, pero los trigésimos segundos en patentes.

Desde hace años, una organización del sector ha venido insistiendo en que la concentración comercial ahoga las innovaciones, pues al tender a surtidos cortos, obstaculizan la puesta en mercado de los productos innovados. Los datos que aportan avalan esta opinión, pero mi impresión es que no se puede generalizar a todas ellas.

La investigación básica se sigue realizando en el sector público.
La investigación básica se sigue realizando en el sector público.

Al menos observo que la enseña más emblemática introduce con cierta frecuencia nuevos productos, lo que me hace preguntar si las “innovaciones” aportadas por los fabricantes responden a deseos del mercado o a "ocurrencias" de los fabricantes. La innovación hay que iniciarla siempre desde el mercado y en ese ámbito están mejor situados los comerciantes minoristas. A lo mejor lo que nos falta es colaborar entre los eslabones, todos, incluido el agrario, para tener una cadena eficiente.

La enseña más emblemática introduce con cierta frecuencia nuevos productos, lo que me hace preguntar si las "innovaciones" aportadas por los fabricantes responden a deseos del mercado o a "ocurrencias" de los fabricantes

Y fallamos en la dimensión de nuestras empresas. Apenas tenemos una media docena con tamaño europeo y así es imposible conseguir un amplio mercado que permita ingresos para innovar. Si se iniciara una decidida política de fomento de las fusiones empresariales para redimensionarlas, tal vez con claros apoyos financieros o fiscales, en aquellas actividades en donde siempre hemos manifestado una ventaja competitiva, podríamos alcanzar la eficiencia tecnológica y ser una potencia europea y, por qué no, mundial.

Pero para eso hay que creer en la industria alimentaria como sector innovador, estratégico y puntero. Y eso solo lo creen en China. El pasado 17 de febrero, cuando la presidenta de la Unión Europea se reunía con los ministros de economía de los 27 países de la Unión para definir la respuesta a lo que ya se conoce como "el caos de Trump", el presidente de China, Xi Jinping, se reunió, en un hecho inédito, durante cuatro horas, con once significados empresarios privados chinos, que son algunos de los que están haciendo grande ese país. Empresas intensivas en innovación, en tamaño de mercado y en competitividad.

Quería conocer de qué forma la política china podría ayudar al sector privado a mantener el alto crecimiento conseguido en la excelencia innovadora. Estaban los presidentes de Ali Babá Group, Xiaomi, Tencent, Huawei, BYD, CATL (baterías), Zhejiang Chint Electrics (renovables), Unitree (robótica), Will Semiconductor y dos empresas alimentarias: New Hope (complejo piensos-porcino) y Feihe (lácteos).  Las alimentarias no tienen, por mucho, la dimensión de las demás, pero allí estaban, como muestra de la importancia que este sector estratégico tiene para China.

La innovación hay que iniciarla siempre desde el mercado y en ese ámbito están mejor situados los comerciantes minoristas. A lo mejor lo que nos falta es colaborar entre todos los eslabones, incluido el agrario, para tener una cadena eficiente

Por contraste, en Europa, el Informe Draghi sobre productividad industrial no cita ni una sola vez a la industria alimentaria europea (que es su cuarto sector industrial); el Informe Letta sobre funcionamiento del mercado interior no cita los graves problemas de competencia desleal que tiene que soportar el eslabón agrario en el propio mercado común; y el Informe Niinistö sobre seguridad no reflexiona sobre cómo asegurar el abastecimiento de alimentos.

Ignorada por Europa y liquidada por el Ministerio de Agricultura español al suprimir su Dirección General con sus competencias, nuestra industria alimentaria quedó marginada de los fondos NextGen y consolada con un programa PERTE inaplicable por haber sido elaborado por personas que desconocían totalmente el sector.

 

PROGRESO PESE A TODO

Pero no todo es desolación. El centro tecnológico que puse en marcha en 1993, con la colaboración de una veintena de empresarios de la alimentación del Valle del Ebro, el CNTA (Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria), ha ido, año tras año, progresando y hoy ya es el mayor de España, asociando a más de 500 empresas.

En el pasado año nos fusionamos con dos centros tecnológicos de titularidad pública ubicados en La Rioja, para lo que el Gobierno de esa comunidad autónoma tuvo que aceptar traspasar su propiedad al CNTA fusionado, acordando, junto con la presidenta del Gobierno Foral de Navarra, apoyar en lo necesario y de forma conjunta el fortalecimiento de ese conglomerado tecnológico, compartiendo el convencimiento de que solo la aplicación de los avances tecnológicos puede fortalecer a las empresas del sector para crecer y consolidar su futuro.

Dos comunidades autónomas colindantes y con gobiernos de partidos diferentes trabajando juntas para tener un sector más competitivo y próspero, en el medio y largo plazo. Casi un milagro. ¡Laus Deo!

 

Jorge Jordana

(*) Este artículo está incluido en el Anuario de la Innovación 2025 de FRS Food Retail & Service, una obra exclusiva que ha sido posible gracias al patrocinio de CampofrioCentral Lechera Asturiana (Grupo), Coca-ColaRandstadSDG Group y Shop & Roll, y con el apoyo de otras empresas anunciantes. 

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