Food | La guerra por el etiquetado de las alternativas vegetales se recrudece en Bruselas

ProVeg recoge más de 422.000 firmas de consumidores en contra de la enmienda 171, que amplía las restricciones en la terminología de alimentos alternativos a los lácteos y que, en su opinión, dificultaría las decisiones de compra.

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productos vegetales

Un grupo de 34 eurodiputados han pedido a la Comisión Europea y al Consejo Europeo que rechacen la “censura a los lácteos vegetales” durante los trílogos, negociaciones que tienen lugar entre la Comisión Europea, el Consejo y el Parlamento Europeo, y que se celebrarán a mediados de abril.

La petición se produce después de que el pasado mes de octubre se aprobara en el Parlamento Europeo la enmienda 171, también conocida como la "censura a los lácteos vegetales". Esta enmienda, hostil al clima en opinión de los firmantes, dificultaría que los consumidores elijan alimentos de origen vegetal, a pesar de la crisis climática y pese a que la demanda de este tipo de productos ha registrado un crecimiento importantísimo, en opinión de este lobby 'vegetal'.

En el caso de llegar a aplicarse, señalan, la enmienda también amenazaría el derecho de los consumidores a la información y el derecho de las empresas a una competencia leal.

El Partido Verde ha declarado en su cuenta de Twitter que “la enmienda 171 podría implicar restricciones de etiquetado ilógicas y prohibir ayudar a los consumidores a elegir alimentos más sostenibles. Nosotros decimos: ‘De ninguna manera’”. "Compartimos las preocupaciones sobre las restricciones propuestas a las alternativas vegetales a los lácteos de estos 34 miembros del Parlamento Europeo. El sector de los productos lácteos vegetales ya tiene limitaciones en el uso de ciertos términos como "leche" o "yogur", por eso, añadir otras restricciones sería el equivalente a una censura, señalan.

"Esta enmienda dañina se aprobó en silencio y bajo una fuerte influencia del conservador
lobby lácteo y tampoco se ha realizado una evaluación del impacto de la aplicación de la enmienda", apunta la directora de ProVeg España, Cristina Rodrigo. En este sentido, ProVeg Internacional ha recogido más de 422.000 firmas de consumidores en contra de esta regulación.

“La presidencia portuguesa de la UE no ha estado abierta a escuchar los comentarios y las preocupaciones del sector plant-based, a pesar de que la enmienda 171 afecta a las empresas productoras de alternativas vegetales a los lácteos, no a la industria láctea”, advierte. “También hay una falta de claridad sobre qué partes interesadas están siendo consultadas por la presidencia portuguesa y el Consejo Europeo. El sector lácteo plantbased está siendo censurado por esta normativa y se le está ignorando cuando intenta explicar al Consejo, a la Comisión y a la Presidencia portuguesa de la UE las importantes consecuencias de la enmienda 171. Solo podemos esperar que prevalezca el sentido común. La falta de transparencia no es razonable en absoluto”, apunta Rodrigo.

RESTRICCIONES AL ETIQUETADO PLANT-BASED

La enmienda 171 introduciría nuevas restricciones, "innecesarias y extremas" en opinión de los productores plant-based, sobre el etiquetado de alternativas vegetales a los lácteos. Esto, aseguran,  privaría a los consumidores de información esencial sobre la idoneidad de los productos vegetales en su
alimentación y entraría directamente en contradicción con los objetivos de sostenibilidad del Acuerdo Verde de la UE y la Estrategia ‘De la granja a la mesa’.

En el caso de adoptarse,advierten, frenaría la transición de los  consumidores  hacia hábitos alimentarios
más sostenibles que se necesitan de modo urgente para luchar contra el cambio climático.

En virtud de la enmienda 171 podrían prohibirse frases como "no contiene lactosa" o "textura cremosa". Lo mismo se aplicaría a los anuncios que mencionen datos científicos que demuestren que un producto genera, por ejemplo, "la mitad de las emisiones de carbono que la mantequilla". La enmienda podría incluso prohibir que los alimentos vegetales utilicen imágenes de sus propios productos en los envases. Por supuesto, esto
haría más difícil para los/as consumidores/as elegir opciones alimentarias más saludables y sostenibles.


Lo que podría prohibir la enmienda en opinión del sector 'plant-based'

En la práctica, denuncia el sector,  la enmienda 171 podría prohibir lo siguiente:

  • Describir un alimento de origen vegetal, su sabor o su función, haciendo referencia
    a la terminología familiar de "lácteos". Esto incluye, por ejemplo, usar expresiones
    del tipo "como leche", "cremoso" o "mantecoso" para informar al consumidor
    sobre el propósito, la textura o el sabor, ya sea en el envase o en la publicidad.
    Esto incluye descripciones informativas, incluso si son puramente fácticas. Por
    ejemplo, utilizar las frases "no contiene leche", "apto para personas que padecen
    intolerancia a la lactosa" o "alternativa vegetal al yogur".
  • Mostrar el impacto climático comparando la huella de carbono de un alimento de
    origen vegetal con su equivalente lácteo.
  • Usar la imagen de una bebida blanca a base de plantas que se vierte en la mesa
    del desayuno o una espuma blanca arremolinándose en un capuchino.
  • En su interpretación más restrictiva, esto podría afectar a prohibiciones de
    envases de alimentos vegetales que sean visualmente similares a los envases de
    productos lácteos.

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