El grupo neerlandés Ahold Delhainze, cuarto distribuidor europeo por volumen de facturación, habría intentado adquirir Carrefour a finales de 2024, pero abandonó la operación en enero ante la dificultad de obtener luz verde de las autoridades francesas.
Frans Muller, el consejero delegado de Ahold Delhainze, se reunió en secreto en varias ocasiones con altos directivos de Carrefour, entre los que se encontraban Alexandre Bompard, su presidente director general, y Matthieu Malige, el director financiero.
El objetivo de la enseña neerlandesa, que tiene presencia en Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo, Serbia, Grecia, Rumanía, Estados Unidos e Indonesia, era absorber Carrefour para crear un gran campeón europeo de la distribución.
Ambas enseñas cuentan con un volumen de negocio similar (88,6 mil millones Ahold, 83,3 Carrefour), pero la cadena francesa tiene una capitalización bursátil tres veces inferior debido a la sucesión de malos resultados y a las malas perspectivas de futuro.
En 2021, el Gobierno francés ya bloqueó la adquisición de Carrefour por parte del grupo canadiense Couche-Tard bajo el argumento de que se trataba de una empresa "estratégica para Francia". Muller, según toda evidencia, ha debido pensar que sucedería lo mismo con su operación de compra y abandonó las negociaciones el pasado mes de enero.
Otras razones como la dificultad de ver aprobada la operación en Bélgica por motivos de competencia y las altas exigencias de los accionistas de Carrefour también han influido en el fracaso de la adquisición.
Desde que asumiera el mando en 2017, Alexandre Bompard ha visto la capitalización bursátil de Carrefour desplomarse más de un 25%. La cadena se parece a un barco al que nadie acepta en puerto, obligado a navegar hasta agotar el combustible.