Hace unos días, dentro del informe sobre los retos del mercado de gran consumo para 2020 elaborado por Nielsen, conocíamos un dato demoledor: según la consultora, el número de hogares en España en los que habita un perro o un gato supera por tres el de hogares en los que vive un niño menor de cinco años.
De este modo, nada menos que el 42% de los hogares españoles cuenta entre sus filas con una mascota frente al 11% en los que hay un menor de cinco años, una cifra que supone un incremento del 2,5% respecto al año anterior (2019 Vs. 2018) y de la que podemos extraer una conclusión inicial bastante evidente: la alimentación para mascotas tiene mucho potencial, tanto o más que un clásico del gran consumo: el de la alimentación infantil (al menos en volumen, ateniéndonos a ese dato de Nielsen).
Según la consultora, hablamos de un volumen de nada menos que 1.218 millones de euros en 2019, y eso sólo en lo referido a perros y gatos -los compañeros habituales de los españoles- dejando fuera otras mascotas como tortugas, hurones o peces.
La distribución moderna (supermercados, hipermercados, tiendas de proximidad, etc.) no es ajena a estos datos y ya concentra nada menos que el 63,7% del gasto en productos para perros y gatos, seguida de lejos por el canal especialista y otros aún más específicos como la venta en clínicas veterinarias.
Ante este filón, no es de extrañar que los grandes distribuidores se hayan puesto las pilas y el canal especialista dedique cada vez más inversión a la innovación. Si tenéis mascotas, os habréis dado cuenta de cuánto ha crecido en los últimos meses el lineal del súper dedicado a ellas o, en el caso del especialista, cómo se ha convertido en una multioferta de servicios para nuestros compañeros peludos, desde peluquería y spa hasta clínicas veterinarias integradas en el punto de venta.
Y si alguien duda de las enormes posibilidades que tiene este sector, que sepa que va muy en serio: es tal la preocupación por la alimentación de nuestras mascotas que muchos ya hablan de la llegada del movimiento 'Real Food' al sector. En fin, parece que el futuro pasa por dar de comer (bien) a nuestros compañeros no humanos. Veremos qué retailers son capaces de llevarse, valga la expresión, el gato al agua.