No es ningún secreto: el absentismo laboral sin causa justificada mantiene una tendencia al alza que se ha intensificado en los últimos años, como vienen señalando diferentes voces del sector.
Según el último informe de Randstad Research, las horas pactadas que no se trabajan por ausencias injustificadas han pasado del mínimo histórico del 3,8% registrado en 2013 al 7% actual. Un incremento similar se observa en el absentismo por incapacidad temporal (IT), que ha evolucionado en el mismo periodo del 2,3% al 5,5%.
Entre 2008 y 2013, el absentismo injustificado descendió de forma ininterrumpida hasta tocar suelo en el tercer trimestre de 2013. Desde ese punto, el indicador inició un avance moderado, interrumpido por el impacto de la pandemia. En el cierre de 2019, justo antes del estallido de la crisis de Covid-19, el absentismo injustificado era del 5,2%. Desde entonces, las ausencias se han disparado y se mantienen instaladas en los niveles más elevados de la serie.
La evolución es similar en las bajas médicas. El absentismo por IT representaba el 3,8% de las horas pactadas a finales de 2019 y se sitúa ahora en el 5,5%. Con la salida de la fase crítica de la pandemia, el fenómeno no se ha corregido. Al contrario, alcanzó máximos históricos en el primer trimestre de 2022, durante un repunte de contagios, con tasas del 7,1% en el absentismo general y del 5,7% en las bajas temporales.
"El absentismo laboral se disparó durante la pandemia y, lejos de remitir, se ha mantenido en niveles elevados, lo que constituye un problema grave para las empresas por su impacto directo en la productividad y los costes", señala Valentín Bote, director de Randstad Research. El informe atribuye el aumento a varios factores: el incremento de bajas vinculadas a la salud mental, la saturación del sistema sanitario —que prolonga las recuperaciones— y un cambio cultural que normaliza no acudir al trabajo sin encontrarse en plenas condiciones.
hostelería, entre los índices más altos
Por sectores, el absentismo injustificado en el segundo trimestre del año se situó en el 7,4% en la industria, en el 7% en los servicios y en el 5,5% en la construcción. En el caso de la IT, las tasas fueron del 5,7%, 5,5% y 4,6%, respectivamente.
La restauración es uno de los ámbitos donde más ha crecido la pérdida de horas de trabajo. Desde 2008, los servicios de comidas y bebidas han duplicado su absentismo injustificado, del 3,1% al 6,1%. El absentismo con baja médica se ha elevado del 2,5% al 5%. El comercio minorista sigue una tendencia similar, pasando del 4,6% al 7% en el absentismo general y del 3,3% al 5,7% en la IT.
Algunos sectores ya partían de niveles elevados y han continuado incrementándolos. La sanidad ha escalado del 8,2% en 2008 al 10,3% actual; la industria metalúrgica, del 6,3% al 9,7%; y la administración pública, del 6,7% al 8,6%. También muestran tasas persistentemente altas la industria alimentaria (del 5,2% al 7,9%), la textil (del 5,2% al 6,9%), la construcción de edificios (del 3,5% al 5,6%), la industria química (del 5,5% al 6,4%) y la fabricación de maquinaria (del 4,5% al 6%).
Cantabria y Canarias, a la cabeza
Por comunidades autónomas, Cantabria y Canarias registraron en el segundo trimestre de 2025 las mayores tasas de absentismo injustificado, con un 9,2% y un 8,8%, respectivamente. Les siguen País Vasco (8,6%), Galicia (8,4%) y Asturias (8,1%).
En el extremo opuesto se sitúan Baleares, con un 5,5%; la Comunidad de Madrid, con un 6,1%; La Rioja, también en el 6,1%; y la Comunidad Valenciana, con un 6,4%.
Randstad destaca que Canarias, Extremadura y Asturias lideran el incremento acumulado desde 2008. En las islas, el absentismo ha pasado del 5,3% al 8,8%; en Extremadura, del 4,3% al 6,8%; y en Asturias, del 5,1% al 8,1%. El informe señala también que las regiones del norte con fuerte especialización industrial, como País Vasco o Navarra, mantienen niveles de absentismo estructuralmente elevados.