No son buenos tiempos para las compañías de bebidas alcohólicas europeas, que se encuentran atrapadas entre la caída del consumo en China y los aranceles de Estados Unidos, que en la actualidad se sitúan en el 10% pero podrían escalar hasta el 20%, si se cumplen las amenazas de Donald Trump.
"Necesitamos que se llegue a un acuerdo (con Estados Unidos) urgentemente, igual que se está tratando de obtener uno para los fabricantes de automóviles alemanes", ha reivindicado Bernard Arnault, presidente y propietario de LVMH, durante la junta general de accionistas del grupo celebrada el pasado jueves en París.
El gigante del lujo francés, propietario de Moët, Hennessy o Dom Pérignon, acaba de cerrar el primer trimestre de 2025 igual que terminó el pasado ejercicio: con caídas cercanas al doble dígito.
Moët Hennessy, su división de Vinos y Espirituosos, ha facturado 1.305 millones de euros, un 8% menos respecto a los 1.417 que declaró en el mismo periodo del pasado año, y un 9% menos en términos orgánicos. En el conjunto del pasado año, la caída fue del 11%.
El grupo ha explicado que el descenso moderado del champán refleja "una tendencia a la normalización de la demanda", al tiempo que los malos resultados del cognac se deben a una caída en al demanda de China y Estados Unidos.
Su cartera de vinos rosados de Provenza pone la nota positiva del trimestre, dado que "ha experimentado un buen inicio de año", señala LVMH.
Pernod Ricard, el dilema de bajar precios para vender más
En una situación parecida, aunque menos pronunciada, se encuentra Pernod Ricard, dueño de Absolut y Beefeater, que ha presentado sus resultados del tercer trimestre de 2025, en el que sus ventas orgánicas han caído un 3%.
Esto representa una ligera mejoría respecto a la caída del 6,3% en el primer semestre del año. Sorprendentemente, el grupo francés crece en volumen a nivel global (+1%), probablemente a causa de su esfuerzo en reducir los precios (-5%).
En Europa, los volúmenes del grupo caen el 7% a pesar de una reducción del 3% en los precios y, a nivel global, la mayor caída proviene de las consideradas 'speciality brands', que se contraen el 8% en volumen y el 6% en precio.
Las grandes multinacionales de vinos y espirituosos están apostando por seguir creciendo mediante un conjunto de medidas que comprenden inversiones en publicidad y bebidas sin alcohol o una mayor presencia en mercados emergentes como la India. Pero la receta todavía no ofrece resultados. En el caso de LVMH, los rumores acerca de una escisión de Moët Hennessy no dejan de crecer.