La Feria Regional de Alimentación de Castilla-La Mancha (Feracam) se celebrará en Tarancón (Cuenca) entre el 22 y el 25 de mayo con la expectativa de batir todos sus récord.
La cita, de carácter bianual, dispone este año de más de 11.000 metros cuadrados dedicados a la agroalimentación, y contará con la presencia de numerosos chefs de referencia, concursos de cortadores de jamón, de vinos, quesos y tapas, showcooking y una variedad de conferencias dedicadas al sector.
Hablamos con uno de los artífices de la misma, Álvaro Martínez Chana, presidente de la Diputación de Cuenca y apasionado del sector.
— FRS: La Feria de Alimentación de Castilla-La Mancha ha aumentado el 25% el número de stands ocupados y espera superar los 37.000 visitantes. ¿A qué creéis que se debe la buena acogida de la feria?
— Álvaro Martínez Chana: Esto se debe, indudablemente, al esfuerzo que hicimos hace dos años por esta feria agroalimentaria, donde apostamos claramente por la profesionalización, de la mano de CEOE CEPYME Cuenca y de los empresarios conquenses. Hicimos también una apuesta fuerte desde el punto de vista económico, y los resultados están ahí: 37.000 visitantes que esperamos incluso superar en esta edición.
— FRS: Y, ¿a qué creéis que se debe?
— AMC: Bueno, hay un 25% más de stands. Eso quiere decir que ha despertado interés en el sector, que la gente quiere participar, que los empresarios y los profesionales quieren estar presentes en esta feria. Y por eso estamos muy ilusionados con el rumbo que está tomando esta Feria Agroalimentaria de Tarancón.
Queremos que se convierta en un referente nacional. Lo tenemos clarísimo. Y en esa línea estamos trabajando desde la Diputación de Cuenca, porque consideramos que nuestros productos agroalimentarios son un referente a nivel nacional.
Vamos a seguir apostando por esta feria porque apostamos por la comercialización, por que ese valor añadido se quede en nuestros pueblos, porque todo ese producto de calidad se transforme en riqueza para las personas que viven en nuestros municipios.
Así que, en definitiva, esta buena acogida es el reflejo de un trabajo bien hecho y del camino que emprendimos hace dos años.
Queremos que se convierta en un referente nacional. Lo tenemos clarísimo. Y en esa línea estamos trabajando desde la Diputación de Cuenca, porque consideramos que nuestros productos agroalimentarios son un referente a nivel nacional
— FRS: ¿Cómo se ha trabajado la profesionalización de la feria?
— AMC: Como te decía antes, la profesionalización de la feria viene, sin duda, de la mano de los profesionales, nunca mejor dicho. En este caso, de CEOE CEPYME Cuenca y de los empresarios conquenses, que saben moverse muy bien en este sector, que cuentan con un equipo de trabajo eficaz, que se mueven muy bien y que destacan no solo en el ámbito del marketing, sino también en la capacidad de ofrecer una experiencia y un trato adecuado a todas las personas que vienen a Tarancón.
Además, generan visibilidad nacional, algo fundamental para que esta feria siga creciendo. Por tanto, esa profesionalización nace, principalmente, de ahí. Y también, cómo no, de la experiencia que vamos acumulando edición tras edición en la organización.
— FRS: ¿Qué impacto esperáis en el tejido empresarial de la región?
— AMC: No hay que olvidar que Tarancón es un auténtico epicentro industrial y agroalimentario de Castilla-La Mancha. Tiene un alcalde, José Manuel López Carrizo, que sabe moverse muy bien en estos ambientes y que es, además, un gran conocedor del tejido empresarial, tanto a nivel regional como nacional, con empresas muy potentes que también en Tarancón nos sirven pues de contacto con otras empresas y se están dando cuenta que esta feria funciona.
Esta feria sirve para eso: para generar contactos, difundir la calidad de nuestros productos y demostrar que el sector agroalimentario castellanomanchego tiene mucho que ofrecer. Porque esta feria funciona. Porque genera resultados reales en el tejido empresarial de Castilla-La Mancha.
Lo que esperamos es eso: calidad, que los productos se vendan más y mejor. Y todo esto en un contexto internacional incierto, con amenazas como las guerras comerciales o los aranceles de Donald Trump, y que pueden afectar a nuestro sector.
— FRS: Castilla La-Mancha siempre ha sido una región de grandes productos y productores, pero no siempre han sido visibles.
— AMC: Así es. Lo que queremos es que se abran nuevos mercados para los productos de Cuenca y Castilla-La Mancha. Que se conozcan, que se difundan, que se sepa de la calidad... Estoy pensando en el azafrán, en el queso, en el cordero manchego, en el ajo, en la miel, en las denominaciones de origen de nuestros vinos, en el aceite de la Alcarria... una multitud de productos de calidad que tenemos, que ya están posicionados y que necesitan ese valor añadido.
Castilla-La Mancha es hoy una región moderna, y su industria agroalimentaria también lo es. Está compitiendo con las principales potencias del mundo, y ferias como esta lo que hacen es refrendarlo, potenciarlo y consolidarlo
Por eso apostamos por la industria agroalimentaria, y lo hacemos desde todas las administraciones, también con el apoyo del Gobierno regional, que lanza múltiples convocatorias de ayudas que deben traducirse en riqueza para nuestros municipios, en empleo, en más industria, en más oportunidades.
Además, estamos viendo el potencial del sector agroalimentario en las exportaciones. Nuestros productos están siendo valorados a nivel internacional. Castilla-La Mancha es hoy una región moderna, y su industria agroalimentaria también lo es. Está compitiendo con las principales potencias del mundo, y ferias como esta lo que hacen es refrendarlo, potenciarlo y consolidarlo.
Estamos en el buen camino. Se están haciendo las cosas bien: se está mejorando el producto, se está apostando por el marketing, se está revalorizando ese producto casi artesanal de pequeños productores que ofrecen una calidad extraordinaria. Y hoy, gracias al comercio online, vemos pequeñas bodegas vendiendo en China, en el sudeste asiático, en Oceanía...
Eso es una realidad. Es la realidad que piso en mi día a día cuando recorro la provincia de Cuenca. Aquí se ha producido una segunda y una tercera generación en muchos de estos negocios, con gente formada, que ha estado fuera, que ha vuelto a su tierra para apostar por ella y crear un producto del siglo XXI.
Y esta feria lo demuestra. Por eso, animo a todo el mundo a que se acerque, porque van a conocer de primera mano la realidad de un sector muy potente: el sector agroalimentario en Castilla-La Mancha. Y, cómo no, de la provincia de Cuenca.