La transformación digital puede elevar el 20% los beneficios de las empresas alimentarias
Se prevé que en 2026 se superen los 3.400 millones de inversión para esta partida en la agroalimentación mundial, según un informe de Fundación Intec.
La transformación digital (el proceso estratégico que cambia la cultura y el entorno tecnología de una compañía) puede llegar a suponer el 20% más de beneficios en las empresas alimentarias, según el vicepresidente de la Fundación Intec, Juanfra Delgado.
En la presentación de informe sobre Tendencias Agroalimentarias 2024, Delgado ha avanzado que se prevé que en 2026 se superen los 3.400 millones de inversión para transformación digital en la agroalimentación mundial, lo que a su juicio evidencia la importancia de este cambio de paradigma empresarial.
En su intervención, ha citado la sequía, el cambio climático, los costes de producción, la situación de los mercados internacionales y las preferencias de consumo como factores que impactan en el paradigma alimentario y que obligarán a que éste evolucione y se transforme en el futuro para responder a un escenario incierto.
Alimentos funcionales, producciones sostenibles, lucha contra el desperdicio y los cambios de hábitos del consumidor, han sido otros de los aspectos tratados por Delgado.
TENDENCIAS PARA 2024
La tendencias para este año, de acuerdo al informe de Intec, se relacionan con la citada transformación digital, la integración de nuevas herramientas como la robótica o la Inteligencia Artificial, situar el consumidor en el centro y la preocupación por la sostenibilidad, la salud y la seguridad en la alimentación.
En este sentido, la directora de EIT Food para el sur de Europa, Begoña Pérez Villareal, ha puesto el foco en otras tendencias que ha considerado básicas y que van desde las soluciones para la disponibilidad de alimentos a la agricultura regenerativa o el uso de los datos y la Inteligencia Artificial.
Pérez Villareal ha insistido en que hay que sensibilizar a la sociedad sobre el papel de la innovación en la alimentación y en que la innovación abierta es un eje de trabajo fundamental.
Por su parte, el cocinero Kisco García ('Choco', Córdoba) ha reivindicado que en un entorno privilegiado en el que "no comemos por hambre" es necesario "comer con conciencia" y alimentar "el alma".
Y tras explicar el efecto de la digitalización de los procesos en la eficacia de su restaurante, ha subrayado que la tecnología también se puede emplear para recuperar productos y sabores ancestrales al tiempo que se ofrece en la alta cocina un producto de "altísima calidad".
TECNOLOGÍA EN EL SECTOR VINÍCOLA
La comercialización del vino en los mercados internacionales ha sido analizada por el CEO de Vinow, Alberto Giménez, quien ha detallado cómo se puede producir una revolución en la relación entre las bodegas, los distribuidores, los consumidores y la restauración gracias al uso de app y de webs.
Giménez ha incidido, además, en que una vez superado el desafío tecnológico el siguiente paso es la importancia que los datos tendrán para saber cómo funciona el mercado del vino, el gusto de los consumidores y las cavas de los restaurantes.
Como colofón de la presentación, el CEO de Olimaker, Luis Serrano, ha mostrado como se puede poner la imaginación y la innovación al servicio de un nuevo modo de entender el procesado de alimentos con una microalmazara capaz de producir aceite de oliva de primera presión in situ.
Según este experto, lejos de ser una competencia al sector, lo que permite son múltiples aplicaciones en la hostelería, la olivicultura para decidir tiempos de cosecha o molturación, personalización del aceite o productos gourmet.
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