Walmart se protege: su tienda de Atlanta acogerá una subestación de policía
Será el primer establecimiento del minorista estadounidense que incluya una instalación policial, una iniciativa que se produce en un momento en que las pérdidas por robo y el crimen minorista organizado siguen afectando a la distribución alimentaria.
Los robos y la delincuencia en la distribución alimentaria son un grave problema que denuncia con insistencia el sector, que ha de hacer frente a pérdidas millonarias por esta lacra. Por ello, el gigante estadounidense Walmart (que en muchas ocasiones ha dado cuenta de este problema en sus tiendas) da un paso al frente en Atlanta, donde reabrirá su establecimiento afectado, presuntamente, por un incendio provocado, pero con la novedad de que acogerá una subestación de policía, informan medios locales que recoge Grocery Dive.
En concreto, se trata del Walmart de Vine City, que incluirá una tienda de comestibles y una farmacia además de las citadas instalaciones policiales.
Según el alcalde de Atlanta, Andre Dickens, la subestación no estará ocupada a todas horas, pero será un área para que los oficiales de la ciudad presenten documentos, celebren reuniones y carguen sus teléfonos y cámaras corporales. El alcalde también expresó su deseo de que la presencia de la policía reduzca los hurtos y otros delitos.
Este será, por lo tanto, el primer establecimiento de la enseña que cuente con este tipo de instalaciones, una iniciativa que se produce en un momento en que las pérdidas por robo y el crimen minorista organizado siguen afectando a la distribución alimentaria.
PÉRDIDAS MILLONARIAS
Como os informamos a finales del pasado año, los supermercados Walmart en EE.UU. vienen siendo noticia desde hace tiempo por ser escenario de robos, cuando no atracos y tiroteos, como el que tuvo lugar en Chesapeake, en el que murieron seis personas. La situación llevó al CEO de la cadena, Doug McMillon, a advertir entonces de que si los robos no disminuían, la cadena cerraría tiendas en todo el país.
Y es que las pérdidas anuales de la enseña por los hurtos alcanzarían los 3.000 millones de dólares, aproximadamente el 1% de sus ingresos en el país. Para McMillon la clave para reducir los robos es que el minorista colabore con las policías locales y se asegure de que puedan contar con todo el personal de la compañía a su disposición, como parece que ahora va a empezar a hacer con determinación en Atlanta.
Lo cierto es que cada vez más minoristas están aumentando las medidas de seguridad para combatir el robo, incluida la instalación de equipos internos y diferentes tecnologías contra el crimen organizado en el comercio minorista. Un ejemplo de ello es una tienda Harris Teeter, en Maryland, donde los quioscos de autopago incluyen ya un sistema de cámara que alerta a los clientes si no escanean un artículo. El sistema llamará a un empleado si el comprador pasa por alto un segundo artículo.
En España, los robos en los supermercados son también un grave problema que algunas enseñas, como Mercadona, intentan controlar. A finales del pasado año, la cadena valenciana firmó un acuerdo con la Policía Nacional para poder denunciar los robos en sus tiendas desde sus propios ordenadores, es decir, para conectar sus bases de datos y que los empleados puedan poner los hechos en conocimiento de las autoridades sin salir del local y sin necesidad de acudir a Comisaría.
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