La anunciada escisión del gigante alimentario Kraft Heinz ya es una realidad.
La multinacional estadounidense ha anunciado un plan de separación apenas diez años después de su fusión a iniciativa de Berkshire Hathaway y 3G Capital Partners. No obstante, las dos nuevas empresas que resultarán de la escisión no coincidien exactamente con Heinz y Kraft tal y como operaban antes de 2015.
La primera de las dos nuevas entidades, heredera de Heinz —pero cuyo nombre se hará público más adelante—, se centrará principalmente en salsas, productos para untar y condimentos, y albergará marcas como Heinz, Philadelphia y los macarrones con queso Kraft, líneas de negocio que en conjunto obtuvieron una facturación neta de 15.400 millones de dólares en el último año.
La otra compañía, centrada en Norteamérica, venderá productos de alimentación básica y carnes procesadas, como las marcas Oscar Mayer, Kraft Singles y Lunchables, que en 2024 alcanzaron ventas netas por valor de 10.400 millones en ventas netas.
En su anuncio de hoy, Kraft Heinz ha explicado que las dos empresas independientes cotizarán en Bolsa, y que espera que conserven su actual nivel de dividendos.
"Las marcas de Kraft Heinz son icónicas, pero la complejidad de la actual estructura hace muy difícil asignar capital de manera efectiva, priorizar iniciativas o crecer en escala en las áreas más prometedoras", ha explicado Miguel Patricio, presidente ejecutivo del Consejo de Administración de Heinz.
La directiva considera que esta maniobra debería ayudar a elevar el valor total de ambas entidades, que en la actualidad se sitúa en 33.000 millones de dólares.
En los últimos años Kraft ha optado por concentrarse en productos como salsas, aderezos y condimentos en detrimento de otras categorías tradicionales que han sufrido el cambio de tendencia en los hábitos de los consumidores, como carnes procesadas y queso.
El comunicado oficial de la multinacional confirma la intención inicial de la directiva, revelada el pasado mes de julio, de conservar las salsas Heinz, la mostaza Grey Poupon y otras marcas de salsas y condimentos, consideradas con mayor potencial de crecimiento, y escindir la división de carne y queso envasado, que podría llegar a valer hasta 20.000 millones de dólares, según Reuters.
Los grandes grupos de alimentación y gran consumo han acelerado recientemente sus planes de escisión con la finalidad de concentrarse en las categorías de mayor crecimiento y hacer frente al avance de la marca blanca. Otras compañías que recientemente han dado un paso adelante son Unilever con su división de Helados, Nestlé con su división de Agua, Kellogg o Reckitt.