El presidente de Nestlé, Paul Bulcke, ha dimitido apenas semanas después de destituir al director general de la compañía, Laurent Freixe, por ocultar una relación amorosa con una subordinada.
La dimisión, que se fraguaba desde hace días a causa de la "pérdida del respeto y la confianza de los inversores", según anticipó The Financial Times, supone el ascenso con carácter inmediato del español Pablo Isla —exCEO de Inditex— a la presidencia internacional del grupo, prevista para abril de 2026.
Isla, que hasta hoy desempeñaba el cargo de vicepresidente del consejo de Nestlé, tendrá la responsabilidad de acompañar a Philipp Navratil, el nuevo director general, en la tarea de reconducir el gran transatlántico alimentario después de las recientes turbulencias en su cúspide.
La multinacional suiza tendrá que tomar decisiones estratégicas muy relevantes, entre las que se encuentran el recorte del gasto y la reestructuración de su portfolio. El último CEO, Laurent Freixe, había apostado por la concentración en pocas marcas pero más potentes, un enfoque opuesto al de su antecesor, Mark Schneider, que dirigió todos los esfuerzos a diversificar y tomar posiciones en marcas más pequeñas pero de mayor valor añadido.
"Este es el momento adecuado para dar un paso al costado y acelerar la transición proyectada, lo que permitirá a Pablo y a Philipp avanzar en la estrategia de Nestlé y guiar a la compañía con una perspectiva nueva", ha declarado Buckle.
El presidente saliente (71 años) es un veterano de Nestlé con 46 años de experiencia en la multinacional. A pesar de que su salida ya estaba prevista para abril de 2026, la investigación y posterior destitución del CEO Laurent Freixe ha acelerado esta transición debido a las dudas de los accionistas acerca de la gestión de Buckle.
Por su parte, Isla forma parte del consejo de administración de Nestlé desde 2018, ejercía de vicepresidente y director independiente principal desde 2024 y en época reciente había comenzado a jugar un papel relevante en la toma de decisiones. Le avala, por encima de todo, su anterior experiencia de éxito al frente de Inditex, que necesitará para revertir la situación de una compañía que en el primer semestre contrajo sus ventas un 1,8% y su beneficio neto un 10,3%.