Fabricantes | El gran consumo reduce sus cifras de desperdicio alimentario

Las empresas del sector han rebajado el 0,75% este dato. Aecoc recuerda que el desperdicio de alimentos, además de tener un impacto social y económico, también afecta al entorno.

Logo de la iniciativa de Aecoc 'La alimentación no tiene desperdicio'
Logo de la iniciativa de Aecoc 'La alimentación no tiene desperdicio'

El impacto que tiene el despilfarro de alimentos sobre el medioambiente no es menor. Así lo pone de relieve Aecoc con motivo de la celebración, este miércoles, del Día Mundial del Medio Ambiente. Las empresas integradas en su proyecto La alimentación no tiene desperdicio han logrado reducir hasta un 0,75% la cantidad de producto desperdiciado, un porcentaje que, al inicio del proyecto, se situaba en el 1,71%.

Y es que, el desperdicio de alimentos, además de tener un impacto social y económico, también afecta directamente al entorno. Cuando se desperdician alimentos, se despilfarra toda la energía y el agua que se requieren para cultivarlos, cosecharlos, transportarlos y empaquetarlos. De hecho, según datos de FAO, "a nivel mundial la huella de carbono fruto del despilfarro de alimentos produce hasta 3.300 millones de toneladas de gases de efecto invernadero anualmente (GEI)".

Uno de los impactos medioambientales que lleva consigo el desperdicio de alimentos es la gran pérdida de agua dulce, un recurso escaso

Otro de los impactos medioambientales que lleva consigo el desperdicio de alimentos es la gran pérdida de agua dulce, un recurso escaso. Según varios investigadores, el derroche de comida junto con los productos que caducan y los que se estropean antes de consumirlos, alcanzan casi los 2.100 hectómetros cúbicos para toda España, lo que equivale al derroche de una bañera grande llena de agua cada día.

¿DE DÓNDE VIENE EL DESPERDICIO?

Según datos de la Comisión Europea, el 42% del desperdicio total que se registra en la cadena de valor se genera en los hogares, el 39% en fabricación y producción de alimentos, el 14% en la hostelería y el 5% restante en la distribución. Por ello, Aecoc considera "imprescindible" sumar esfuerzos desde todos los eslabones de la cadena de valor para reducir el desperdicio de alimentos y dotar al consumidor de herramientas para reaprovecharlos y alargar su vida útil.

La comida se desecha en hogares por varios motivos: falta de orden en el frigorífico, lo que nos impide conocer qué alimentos tenemos en éste, o el desconocimiento sobre cómo reaprovechar los alimentos. Es importante, por lo tanto, planificar bien la compra, hacer una lista con los alimentos imprescindibles que necesitamos y revisar en la despensa los productos que tenemos y los que faltan.

Es esencial también dar una segunda vida a los alimentos que sobran en nuestras mesas con recetas creativas y usar los envases adecuados para conservar bien los alimentos. Y, por supuesto, ordenar adecuadamente la nevera y despensa para evitar olvidar alimentos aptos para el consumo antes de que se estropeen.

Aecoc recuerda que Europa genera el 14% del desperdicio mundial de alimentos y España es el séptimo que más comida desperdicia del continente, con 7,7 millones de toneladas.

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