Food | Las anchoas del Cantábrico pueden venir de Marruecos

Según indica la Organización de Consumidores y Usuarios, los filetes de anchoa del Cantábrico no cuentan con una indicación geográfica protegida. Para que una conserva de filetes de anchoa sea comercializada bajo la denominación 'del Cantábrico', el único requisito obligatorio es que esta corresponda a la especie Engraulis encrasicolus, aunque haya sido capturada en las costas de Marruecos o elaboradas en una fábrica de Madrid.

Las anchoas del Cantábrico pueden venir de Marruecos
Las anchoas del Cantábrico pueden venir de Marruecos

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha lanzado una advertencia sobre las anchoas del Cantábrico, uno de los productos del mar más valorados y reconocidos que no cuenta, sin embargo, con una indicación geográfica protegida, por lo que es posible encontrar latas de filetes de anchoa cuya materia prima se denomina 'del Cantábrico', pero que pueden haber sido capturadas en otros mares u océanos diferente a este.

Según indica OCU, para que una conserva de filetes de anchoa sea comercializada bajo la denominación 'del Cantábrico', el único requisito obligatorio es que esta corresponda a la especie Engraulis encrasicolus, aunque haya sido capturada en las costas de Marruecos o elaboradas en una fábrica de Madrid.

OCU advierte, además, de que actualmente ni siquiera es obligatorio especificar el nombre de la especie concreta de la anchoa en el etiquetado, por lo que los consumidores tienen difícil comprobar qué producto están comprando, incluso corren el riesgo de pagar un precio muy alto por una anchoa que en realidad es de calidad inferior.

Aun así, tras haber analizado 15 latas de anchoas “del Cantábrico” de diferentes marcas, OCU ha comprobado que todas ellas (incluso las que no especificaban la especie en el etiquetado), eran de la especie Engraulis encrasicolus, por lo que todas ellas cumplen con la normativa vigente.

Los consumidores tienen difícil comprobar qué producto están comprando, incluso corren el riesgo de pagar un precio muy alto por una anchoa que en realidad es de calidad inferior.

Para salvar esta situación, tanto Cantabria como País Vasco han creado sellos de calidad más exigentes, tanto con las zonas de pesca como el lugar de elaboración de la conserva.

En el caso de la anchoa del Cantábrico del País Vasco, para llevar este sello no solo se exige que la anchoa sea Engraulis encrasicolus, sino que tiene que haber sido capturada en la zona habitual de pesca de la flota artesanal vasca de bajura (zona FAO 27, concretamente la región VIIIc) y las conservas elaboradas 100 % en el País Vasco.

Por su parte, el sello de Calidad Controlada de Cantabria (voluntario) también exige que sea Engraulis encrasicolus y que todo el proceso de escaldado, corte, escurrido, fileteado, aceitado y cierre del envase sea realizado en una conservera ubicada en Cantabria. En este caso, la zona de captura es más amplia, abarcando el Atlántico Noreste (FAO 27), el Mar Mediterráneo (FAO 37) y el Atlántico Centro-Este (FAO 34).

OCU cree que actualmente, el consumidor se encuentra ante una situación de desconocimiento y confusión ante este producto y que, al igual que ocurre con las anchoas frescas, en las que es obligatorio especificar de donde proceden, las conservas de este pescado también deberían estar obligadas a indicar su origen.

Esta petición se enmarca en la campaña #EatOriginal, a través de la que OCU, junto con otras organizaciones europeas, exige a la Comisión Europea que se informe claramente del lugar de origen de los alimentos y que esta aparezca en el etiquetado. Además, esta aclaración se enmarca en la iniciativa #Nocuela, una propuesta con la que OCU quiere desmentir y aclarar cualquier tipo de información o rumor falso en materia de consumo.

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