Eroski ha cerrado el primer trimestre de 2025 con una facturación bruta de 1.385 millones de euros, apenas un 1,5% más respecto al mismo periodo del pasado año.
El grupo da muestras de desaceleración tanto respecto al mismo trimestre de 2024 como respecto al conjunto del pasado ejercicio, cuando sus ventas avanzaron el 3,4% y el 2,7% respectivamente.
A pesar de ello, Eroski ha hecho progresos en una de sus principales prioridades: la rentabilidad, con un resultado positivo que avanza hasta los 13,2 millones de euros, el 38,9% más respecto al pasado año.
Atenazada por una deuda de 948 millones de euros, equivalente a 2,85 veces el ebitda, la dirección de Eroski se ha visto obligada a hacer equilibrios para atender sus obligaciones financieras sin renunciar del todo a la batalla del precio.
El resultado es que pierde compradores —en el último año ha caído dos décimas hasta el 27,3% en penetración— y gasto retenido, si bien ha logrado conservar su cuota de mercado estable en el 4,3%, según datos de Kantar Worldpanel.
La esperanza del grupo está en que sus mejoras en rentabilidad le permitan renegociar su deuda en condiciones más ventajosas, lo que liberaría recursos para volver a dar la batalla del precio. En la actualidad, Mercadona y Lidl le están pisando terreno en el País Vasco.
Las ventas brutas alimentarias del grupo crecieron el 1,5% hasta los 1.316 millones de euros. En contraste, las ventas alimentarias del mismo periodo en 2024 crecieron el 4,4%. El ebitda sube el 1,5% hasta los 59 millones de euros.
"El trimestre ha cerrado en línea con nuestras previsiones, reafirmando la solidez de nuestro modelo comercial y la efectividad de las medidas adoptadas para reforzar nuestro modelo competitivo", ha valorado Rosa Carabel, directora general de Eroski. "Seguimos avanzando en la implantación de iniciativas de mejora de eficiencia, muchas de ellas apoyadas en herramientas de analítica avanzada e inteligencia artificial".