Yum Brands, uno de los mayores grupos mundiales de restauración, ha iniciado un proceso de revisión estratégica para estudiar la venta de Pizza Hut, su cadena de pizzerías. La compañía, que también opera KFC y Taco Bell, admite que el desempeño de la marca "requiere de nuevas acciones" y que su potencial "podría desarrollarse mejor fuera del grupo", según ha explicado su nuevo consejero delegado, Chris Turner.
El movimiento supone un giro significativo para el conglomerado estadounidense, propietario de unas 19.800 pizzerías Pizza Hut en todo el mundo y que obtiene de esta división alrededor del 11% de su beneficio operativo, frente al 36% que aporta Taco Bell en Estados Unidos. La decisión llega después de siete trimestres consecutivos de caídas en ventas a superficie comparable, una tendencia que contrasta con el vigor de KFC y de Taco Bell, que sigue ganando clientes incluso a pesar de la desaceleración del consumo.
Domino's, un gran rival
En el segmento de las pizzas la competencia se ha endurecido en los últimos años. Domino’s, su gran rival, ha sabido mantener el tirón gracias a una combinación de promociones, acuerdos de reparto con plataformas como DoorDash y Uber Eats y una política de precios agresiva que refuerza su percepción de valor.
Pizza Hut, por su parte, ha tratado de contrarrestar, en Estados Unidos, con menús personales desde 2 a 5 dólares que no han surtido el efecto deseado. Como reconocía el anterior consejero delegado, David Gibbs: "El mensaje de valor no ha sido lo bastante claro en un entorno tan competitivo".
El contexto macroeconómico tampoco ayuda. Las subidas de precios en restauración, la inflación y la incertidumbre económica han erosionado el gasto fuera del hogar. Aunque la pizza sigue siendo una comida asequible, los consumidores siguen ajustando presupuestos.
Taco Bell resiste a la crisis del consumo fuera del hogar
En contraste con Pizza Hat, Taco Bell resiste y sigue siendo un trimestre más el motor del grupo.
Su posicionamiento claro en comida mexicana de bajo precio le ha permitido esquivar la desaceleración del tráfico fuera del hogar. En el último trimestre, las ventas globales en tiendas comparables han crecido un 3%, ligeramente por encima de las previsiones de los analistas, y el beneficio ajustado por acción ha alcanzado los 1,58 dólares, superando los 1,49 que se proyectaban.
Las acciones del grupo han subido un 5% tras la presentación de resultados, impulsadas por la expectativa de una posible desinversión. "Nos parece positivo el movimiento de buscar alternativas estratégicas para Pizza Hu", ha valorado el analista Andrew Charles, de TD Cowen, en declaraciones a Reuters. El experto considera que el grupo quedaría así "vinculado a historias de crecimiento más saludables, como Taco Bell en EE UU y KFC en mercados internacionales".
Un legado que podría llegar a su fin
Fundada en 1958 y adquirida por Pepsico en 1977, Pizza Hut fue uno de los pilares originales del grupo que más tarde daría lugar a Yum Brands después de la escisión de las divisiones de restauración de la multinacional en 1997.
Ahora, casi tres décadas después, la enseña podría salir del conglomerado. Yum Brands no ha garantizado que la revisión derive en una operación, pero el mensaje es claro: el grupo está dispuesto a redefinir su perímetro para concentrarse en sus marcas más rentables y con potencial de crecimiento.