La pandemia ha transformado los hábitos de los consumidores hasta el punto que muchos de ellos han llegado ya para quedarse. Por ejemplo, los españoles hacen menos veces la compra, aunque sus cestas son más completas, y eso hace que los distribuidores centren sus estrategias en aprovechar más el potencial de sus clientelas.

Así lo recoge un análisis de Kantar que señala que, en este entorno, la pandemia ha traído consigo una serie de nuevos hábitos diarios que han afectado a nuestra forma de comprar y consumir y que mantendremos en el tiempo. Por ejemplo, el hecho de recurrir a Internet para comprar se ha convertido en una norma establecida para los consumidores.

De este modo, el ecommerce se consolida y sigue creciendo en 2021 en todos los sectores, alcanzando cuotas del 2,9% en productos de gran consumo (FMCG por sus siglas en inglés), del 12,3% en artículos de belleza y del 20,8% en moda.

Un estudio reciente de Seven Senders revela a este respecto que el 67% de los españoles compra de manera digital con frecuencia. Casi cada uno de dos españoles lo hace en el extranjero (48%).

Sin duda, la velocidad, comodidad y conveniencia son algunas de las características que los consumidores más valoran del comercio electrónico. Además, los usuarios utilizan cada vez más las redes sociales para sus compras, asegura por su parte Webloyalty. Se trata de canales donde perciben en mayor medida la cercanía de las tiendas y la personalización de los servicios.

Volviendo al análisis de Kantar, fuera del hogar, el delivery y el take away representan ya uno de cada cuatro euros gastados. Por su parte, el número de compras físicas por hogar sigue bajando, hasta situarse en 233 en 2021, 40 compras menos que en 2013.

EL TELETRABAJO SE IMPONE EN EL DÍA A DÍA

Por su parte, el teletrabajo se ha establecido en el 7% de la población, lo que supone ocho millones de ocasiones semanales de consumo que genera esta modalidad. Esta situación favorece a las comidas entre semana en el domicilio, que antes de la pandemia prácticamente no se producían.

Sin embargo, hay ocasiones, como las rutinas de belleza pre y post eventos relacionados con el trabajo y la socialización, que siguen sufriendo las consecuencias, asegura la consultora, aunque poco a poco empieza a vislumbrarse una recuperación: en 2019 se daba una tasa de penetración del 70% en este tipo de consumo, en 2020 bajó hasta el 47% y en 2021 se ha situado en el 66%.

Como recoge un informe de la Asociación Española de Fabricantes de Platos Preparados, si bien la vuelta a la oficina es una realidad para el 60% de los españoles, el modelo flexible (21%) y el teletrabajo (18,8%) siguen estando muy arraigados. Son precisamente estas opciones las que han mantenido el hogar como lugar habitual para comer entre semana (68%).