La inflación encamina el cierre de 2025 hacia una moderación contenida, pero insuficiente para aliviar de forma significativa el bolsillo de los hogares. El índice de precios de consumo (IPC) se situó en diciembre en el 2,9% interanual, una décima menos que en noviembre, lo que deja una media anual del 2,7%, también una décima por debajo de la registrada en 2024, según el indicador adelantado publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
La desaceleración de final de año responde, principalmente, a la caída de los precios de los carburantes y a una menor presión en ocio y cultura. Sin embargo, los alimentos y bebidas no alcohólicas han vuelto a ejercer de ancla inflacionista, con subidas superiores a las de diciembre del año anterior, en un contexto de fuerte disparidad entre categorías.
En el ámbito del gran consumo, el comportamiento de los precios ha sido desigual. Productos básicos como los huevos o el chocolate han encadenado incrementos relevantes a lo largo del año, mientras que otros, como el aceite de oliva, han comenzado a corregir tras las tensiones acumuladas en campañas anteriores. Este vaivén ha contribuido a mantener una percepción de encarecimiento persistente en la cesta de la compra, pese a la moderación del índice general.
La inflación subyacente —que excluye energía y alimentos no elaborados— se mantuvo en diciembre en el 2,6%, y cerrará el año con una media del 2,3%, frente al 2,9% de 2024, alineándose con el objetivo del Banco Central Europeo. Aun así, el alivio macroeconómico no se traslada plenamente al consumo diario. Los salarios continúan creciendo por debajo de la inflación acumulada, lo que prolonga la pérdida de poder adquisitivo y refuerza patrones de compra marcados por el ahorro.
En el sector de gran consumo, este entorno seguirá favoreciendo la búsqueda de promociones, el trasvase hacia formatos más eficientes y el avance de la marca blanca, que consolida su papel como refugio frente a la presión sobre los ingresos familiares. La evolución mensual de los precios, que repuntaron un 0,3% en diciembre, anticipa además un inicio de 2026 sin grandes sobresaltos inflacionarios, pero tampoco con margen para una recuperación clara del consumo.